El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
SI NO FUERA POR SU ALTO COSTE, le podríamos calificar como el ‘túnel de la risa’, porque en realidad no sirve para nada, salvo para acumular suciedad en su interior. El subterráneo que une Honorio Lozano con Batalla de Bailén continúa infrautilizado y hay indicios suficientes para pensar que ése será su signo durante años. Miles y miles de euros se han invertido en una infraestructura absurda, cara e innecesaria. Caprichos como este no suelen tener fácil explicación.