El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
LA IMAGEN QUE OFRECEN a diario los aparcamientos de de Honorio Lozano y Batalla de Bailén (biblioteca) es la de un bunker de cemento frío, desolador y con tintes fantasmales. Su tasa de ocupación no llega siquiera al 20 por ciento (incluimos en esta cifra los vehículos inmovilizados por la Policía Local y depositados en el parking de Batalla de Bailén), mientras el medio millar de plazas en régimen de cesión, pese al gran despliegue publicitario realizado por Ayuntamiento, sigue esperando la llegada de sus potenciales usuarios.