Así de concurridas estaban en 2001 Honorio Lozano y Batalla de Bailén. Ahora están vacías
El Equipo de gobierno impide un debate plenario sobre la obra de Honorio Lozano - Batalla de Bailén
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
El Ejecutivo que preside José Pablo González no quiere ni oir hablar de aquello que pueda tener relación con el túnel-parking de Honorio Lozano-Batalla de Bailén. Prueba de ello es que tres meses después de su puesta en funcionamiento (la inauguración parece aparcada definitivamente), ni el alcalde ni el resto de los concejales del Equipo de Gobierno han hecho mención alguna sobre este polémico proyecto que, en plena crisis económica, le va a costar a los villalbinos más de 40 millones de euros.
Tanto es así, que la solicitud realizada por el grupo municipal de Izquierda Unida de incluir en el orden del día del próximo pleno un informe del Ejecutivo que permitiera saber si el Consistorio iba a solicitar un estudio a los técnicos sobre su actuación en el desarrollo de la obra y los motivos que originaron el sobrecoste de la misma, ha sido denegada a través de un escrito donde más o menos vienen a decir que es potestad de la Junta de Gobierno decidir los puntos a debatir en las sesiones plenarias, una estratagema más para eludir el tema, porque, según ha podido saber El Faro del Guadarrama, el Equipo de Gobierno ni siquiera convocó la comisión informativa para así evitar que se tratara este asunto.
La investigación abierta
Pese a esta nueva traba, y dado que para el alcalde el caso parece cerrado después de descartar la posibilidad de denunciar a la dirección facultativa de la obra, IU va a continuar con la investigación a fin de esclarecer los motivos que originaron los modificados de esta obra. Para ello han encargado un estudio pericial a un ingeniero de Caminos, documento al parecer indispensable a la hora de emprender acciones judiciales. También hemos sabido que el PP local -así nos lo ha hecho saber esta misma semana Agustín Juárez López de Coca, concejal y presidente de la gestora popular villalbina- va a apoyar la iniciativa de la coalición de izquierdas, “porque nosotros también queremos llegar hasta el final de este asunto”. Como recordarán nuestros lectores, Agustín Juárez, en una entrevista concedida a nuestro periódico el pasado mes de octubre, decía al respecto: “Personalmente, me parece que es una vergüenza todo lo que gira en torno a esta obra. Creo que el alcalde, cada vez que pase por Honorio Lozano y Batalla de Bailén, debería agachar la cabeza, porque hay que recordar que este proyecto empezó con un presupuesto de 20 millones y terminó con 40”.
Rosario de incumplimientos
Aunque los responsables del Equipo de Gobierno tampoco quieran oír hablar de ello, es bueno recordar que esta obra innecesaria (los villalbinos apenas utilizan el túnel y el parking está vacío a diario) se acometió en contra del parecer de muchos comerciantes, de 4.000 vecinos que firmaron un manifiesto en contra del proyecto y, también, con el voto desfavorable de los grupos de la oposición (PP, IU y ADEI). Una obra donde se incumplieron en reiteradas ocasiones las cláusulas del contrato de adjudicación por parte de la UTE formada por las empresas Ortiz-Cover, al beneficiarse de la inoperancia o permisividad del propio Ejecutivo, incumplimientos que obviamente incidieron en el precio final del proyecto; en el plazo de ejecución; en la ocupación de la superficie cedida para el depósito de inertes (Montecover); en la minoración del impacto de las obras; en el plan de circulación transversal; en crear una zona de aparcamiento provisional en los aledaños de las calles afectadas; en la tala incontrolada de árboles; en ruidos y molestias a los vecinos, etc. Y todo esto sucedió sin que el Ayuntamiento siquiera sancionara o expedientara a las empresas constructoras, a la dirección técnica de la obra o a los propios técnicos municipales. Como es sabido, las obras terminaron un año y medio después del plazo fijado, su precio de adjudicación se incrementó en un 100 por 100, la mayoría de los comerciantes de Honorio Lozano tuvieron que cerrar sus negocios y los que aún resisten han visto disminuidas sus ventas. Quiera o no el alcalde, alguien tendrá que responder de este rosario de despropósitos e irregularidades.