Luces y sombrasManuel J. Ortega
Un ex alcalde de El Escorial y dos ediles serranos, entre los protagonistas
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La política, sobre todo cuando se relaciona con el mundillo de las finanzas, suele generar extraños compañeros de viaje, hasta conseguir, incluso, que miembros del PSOE-PSM refrenden a Esperanza Aguirre en la pugna que ésta mantiene con Alberto Ruiz Gallardón para controlar Caja Madrid, donde precisamente este año tocan elecciones tras la aprobación, el pasado mes de diciembre por parte de la Comunidad de Madrid, de una nueva ley que cambiará sustancialmente la representación de los órganos que deberán elegir la futura dirección. En esta lucha por controlar el poder de esta entidad de ahorro, donde la presidenta regional y el alcalde de la capital son los verdaderos protagonistas, no debemos omitir otros nombres que también forman parte del reparto, caso del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, el de Caja Madrid, Miguel Blesa, o el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez.
Un ex alcalde de El Escorial en el lío
Tampoco debemos obviar el papel que están desempeñando otros actores secundarios en esta trama, caso del ex alcalde de El Escorial Javier de Miguel, consejero de Caja Madrid por el PP y desde hace bastante tiempo posicionado en el bando de Ruiz Gallardón quien, según recoge El País (20 de enero) recibió un mensaje de un compañero de partido (Cándido Cerón) el día antes de celebrarse la votación en la que se iba a plantear la destitución del secretario de esta entidad de ahorro, el aguirrista Pablo Abejas, que decía: “Javier, me gustaría hablar contigo. En todo caso que sepas que Economía quiere ofrecerte un cargo compatible con la caja”, lo que traducido al castellano se entendía como que los afines a Esperanza Aguirre le habían invitado a votar en contra de la propuesta del tándem formado por Ruiz Gallardón-Blesa. Con el cinismo que caracteriza la mayoría de las actuaciones del ex regidor escurialense, cuya gestión al frente de este Ayuntamiento fue nefasta no sólo para el municipio sino también para su partido, dijo: “A partir de este mensaje ya no vuelvo a coger el teléfono”. ¡Faltaría más! Le falto añadir lo de “ni quito ni pongo Rey, pero ayudo a mi señor (Gallardón)”, del que presume ser amigo (¿?). Javier de Miguel perdió hace más de seis años la Alcaldía y, lo que aún es peor, el respaldo de sus compañeros del PP en la Villa, marchándose con viento fresco a trabajar a la empresa -eso sí, con un buen sueldo- de otro supuesto amigo, un promotor escurialense, al que durante su gestión como regidor, al parecer, le había hecho importantes favores.
Las discrepancias de dos ediles serranos
Pero la relación de políticos serranos en el caso de Caja Madrid, no termina aquí y así, según hemos podido saber, dos de los 13 concejales socialistas que acaban de denunciar el pacto o acuerdo tácito supuestamente firmado entre la dirección general del PSM con la presidenta regional, Esperanza Aguirre, para apoyar la salida de Miguel Blesa de Caja Madrid, pertenecen a los municipios de Moralzarzal y Robledo de Chavela. Ellos han firmado un escrito que dice: “Nos cuesta reconocernos en esas directrices que emanan de nuestra Ejecutiva regional, que no entendemos comprender hacia dónde van y qué pretenden”. Por otro lado, se comenta que algunos diputados socialistas en la Asamblea de Madrid se han mostrado reacios a secundar a Gómez en este asunto. También, y dadas las connotaciones que los implicados han tenido con nuestra comarca hasta no hace mucho, hemos de hacer referencia a la actitud tomada (ya hay quien habla de otro “tamayazo”), por los consejeros de Caja Madrid (ambos de confesa vinculación con el simanquismo), Francisco Pérez Fernández y Antonio Romero, quienes han roto la disciplina de voto del PSM al negarse a secundar las directrices marcadas al respecto tanto por su secretario general, Tomás Gómez, y por la dirección de Ferraz, apoyando por el contrario la continuidad de Blesa al frente de esta entidad de ahorro. Aunque Simancas ha negado cualquier relación con este asunto (“mi posición en este asunto”, dijo, “es la de la dirección del partido”), es imposible omitir que Pérez desempeñó el cargo de jefe de su Gabinete y fue el ex presidente regional quien propuso su ingreso en los órganos de gobierno de la caja. En cuanto a Antonio Romero, es obligado decir que ocupó el puesto de secretario de Organización del PSM durante el Gobierno de Rafael Simancas. Se trata pues de dos delfines del ex presidente madrileño, que junto con Ruth Porta, actual senadora socialista, y José Pablo González, alcalde del Ayuntamiento de Collado Villalba, formaban la guardia pretoriana de Simancas hasta su dimisión.
Pero al margen de todas estas guerras entre políticos de distinta ideología, lo que más debe preocuparnos a los madrileños es que estos ajustes de cuentas se produzcan en plena recesión económica, cuando el Estado (es decir, todos los españoles) está aportando liquidez a las entidades de crédito para garantizar su supervivencia en un momento en el que la crisis del sistema financiero internacional y la morosidad pueden poner en peligro la existencia de muchas entidades de crédito, sobre todo de las cajas de ahorros, por su especial exposición al sector hipotecario.