Vista de la M-600, a la altura de Valdemorillo (Foto: ARCHIVO)
CARRETERAS VARIAS ORGANIZACIONES VECINALES Y ECOLOGISTAS señalan que se trata de crear una “m-60 encubierta”
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Organizaciones sociales, vecinales y ecologistas, tanto del entorno de la M-600 como de ámbito regional, han presentado recientemente alegaciones contra el proyecto de desdoblamiento de la M-600 (tramo M-503 a A-5). Más que un desdoblamiento de la actual M-600, aseguran que se trata en realidad de “una autovía de nueva planta con un trazado diferenciado muy alejado del actual, que no sería útil para las localidades del corredor de la M-600, sino que más bien conformaría el cuarto anillo metropolitano, una M-60 encubierta”.
Esta actuación forma parte del llamado Plan de Carreteras 2007-2011, que según los ecologistas “sigue careciendo de la preceptiva evaluación ambiental estratégica, vulnerando la legislación europea, estatal y autonómica”.
El proyecto de la M-600, añaden, “adolece de numerosos defectos de forma y carece por completo de justificación, puesto que los niveles de tráfico son muy bajos en la mayor parte del tramo”. Asimismo, consideran que el régimen de peaje en la sombra previsto en el Estudio de Viabilidad “resulta ruinoso para las arcas públicas y claramente contrario al interés general”. Al ser parte integrante de la futura M-60, estas organizaciones exigen una Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto completo y no de forma separada por tramos. Aún así, indican que existen errores y graves omisiones en el Estudio de Impacto Ambiental del tramo proyectado (ausencia de alternativas legalmente exigibles, omisiones en el inventario ambiental, errónea valoración de impactos, ausencia de medidas compensatorias, entre otros).
A juicio de las organizaciones sociales, vecinales y ecologistas que suscriben las alegaciones presentadas, este desdoblamiento de la M-600 se convertirá en el “soporte para los desarrollos urbanísticos especulativos de la zona, como los que se pretenden en Valdemorillo, Villanueva de la Cañada, Brunete, Quijorna o Navalcarnero”. En este sentido, acusan a la Comunidad de Madrid de “insistir en un modelo agotado, cuyas connotaciones de insostenibilidad estamos padeciendo”.
En cuanto a los efectos ambientales, estos colectivos señalan que el desdoblamiento afecta negativamente a las poblaciones que circunvala, “con un aumento considerable de los niveles de ruido y contaminación, e impacta gravemente sobre el Parque Regional del río Guadarrama, ya que impide la conexión ecológica de éste con la ZEPA del Alberche y Cofio, supondría la destrucción de hábitats singulares y aumentaría la fragmentación del territorio que afectará a especies singulares de nuestra fauna, como el elanio azul o el águila imperial ibérica”.