Opinión

Respetar al hermano simio

El mirador

H. Villanueva

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La iniciativa de la adhesión española al proyecto ‘Gran Simio’ ha sido rápida y ferozmente ridiculizada por algunos sectores de nuestro país que no han querido entender que no se trata de conceder derechos humanos a los monos antropoides, sino de impulsar medidas destinadas a proteger del exterminio a nuestros más cercanos parientes en la evolución.

Algunos, al parecer, se atienen exclusivamente a las palabras textuales del Génesis, concibiendo al ser humano epítome de la Creación con derecho a esclavizar y someter a los demás seres. Si es cierto que somos la cúspide, la encarnación de la razón y el espíritu, actuemos en consecuencia con nuestros hermanos menores en la gran nave del mundo.

Todo esto no es óbice para que hagamos lo posible a fin de mejorar nuestras dañinas actuaciones para con nuestro prójimo humano, pero tengámoslo en cuenta: somos monos desnudos, civilizados y que caminan más allá de consideraciones metafísicas. Nuestra responsabilidad moral es comenzar a respetar a aquellos que están más cercanos para después ir extendiendo una nueva actitud hacia el resto de las formas vivientes, una manera de entender el mundo que precisamente un tal Francisco de Asís ya anunció hace mucho, pero que creyentes suyos curiosamente continúan despreciando.