Una de las fotografías que ilustran el reportaje de ‘ABC’
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tal como les habíamos adelantado la semana pasada, hoy les ofrecemos un amplio resumen sobre el reportaje publicado por el periódico ABC el 12 de febrero de 1972, en el que su autor, el escritor y periodista Luis Prados de la Plaza, bajo el título Collado Villalba, cero en urbanismo, hacía un amplio y detallado informe sobre los problemas que impedían a este municipio crecer ordenadamente, problemas que ahora se han acrecentado hasta el extremo de que al titular antes mencionado se le podría añadir la coletilla de “cero patatero”.
Tras una breve entradilla ilustrada con fotografías en las se pueden apreciar algunas actuaciones urbanísticas irregulares en la zona de Collado Villalba Pueblo, sobre todo en los trazados de calles, “donde los vehículos no tienen sitio”, Prados de la Plaza dice: “... No es que Collado Villalba haya amontonado sus casas, mientras los demás pueblos están dentro de la línea urbanística más ortodoxa. Todo es un desastre, aunque esa zona que se extiende entre la bifurcación de las carreteras que van a Guadarrama y Navacerrada se acabe de escoger para ponerla como ejemplo de los desastres que se están cometiendo en la materia. Hace menos de un mes que el Área Metropolitana de Madrid informó de todo ello. Por ese camino no es posible continuar. La carestía del suelo, las urbanizaciones, los intereses creados, el negocio de nuestro tiempo han entrado a saco y van a terminar de asfixiar el término municipal de Collado Villalba...” La especulación estaba servida: “Aquí cabe otra casa, aquí levanto un piso más, aquí le mato el paisaje a este señor que no protesta, aquí monto una cadena de apartamentos y aquí le gano tres metros a la calle. Con casco, eso sí -‘trabaje, pero seguro’-, el furor edificable ha hecho a su antojo el atraco del urbanismo...”.
Han tapado la montaña
“...Por la carretera de Madrid, de repente, el automovilista advierte la desaparición de aquel paisaje entrañable y enormemente bello de la Sierra. ¿Quién ha dado permiso para levantar ciertas alturas? Ahora parece que se han empeñado en montar esquinas, unas encima de otras... En una posición clave de la Sierra, en un punto de paso obligado, con una condición de cabeza comarcal clarísima, haber llegado hasta la actual situación en Collado Villalba es haber consentido muchos pasos atrás y a contrapié. De ahí que la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana de Madrid haya lanzado el grito de ¡basta!. La dehesa es un paisaje verde donde las máquinas de edificar no han entrado todavía...”.
Especulación e intereses
Prados de la Plaza continúa reflejando el estado caótico por el que atraviesa este municipio en 1972, desvelando la inspección realizada por los responsables del Área Metropolitana sobre las actuaciones urbanísticas en marcha: “No cabe la menor duda de que el Ayuntamiento ha quedado superado por la fuerza de la especulación del suelo y de los intereses locales. En estos momentos, las licencias que se conceden en Collado Villalba son aisladas. La Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana ha tomado cartas en el asunto desde el mismo momento en que lanzó la voz de alarma. La superficie de terreno, la situación del río, el paso del ferrocarril, las carreteras... crean tales problemas que si se desaprovecha hoy la ocasión de ordenar urbanísticamente una zona de tanto interés y aceptación, se llegará a una inflación irremediable. Por eso, nada más por eso, el Área Metropolitana ha puesto el ejemplo, de mal ejemplo urbanístico, este término municipal.
Inconvenientes
El reportaje finaliza con un análisis pormenorizado de la ciudad: “La parte de arriba, el primitivo pueblo de Collado Villalba, está bastante defendible. Sobre todo porque allí no deberían entrar vehículos en su día. Lo peor está en el crecimiento acelerado que se ha producido en los alrededores de la estación. Es aquí donde hubo mayores presiones de los intereses particulares. Se nota. El tono de intensidad urbana que está adquiriendo Collado Villalba tiene todos los inconvenientes de una ciudad y ninguna de sus ventajas. La culpa es de la falta absoluta de ordenación. Intensidad y aglomeración es la característica principal del panorama... Esto le ha hecho ganarse a pulso ese cero en urbanismo que no presupone ni quiere ser ninguna ofensa para esa maravilla de pueblo que es Collado Villalba”.
Han pasado casi 40 años y los problemas siguen siendo los mismos. Afortunadamente la crisis por la que atraviesa el sector de la construcción ha permitido poner freno a un desmadre urbanístico cuyas consecuencias son ahora mismo imprevisibles. Cinco alcaldes y dos arquitectos municipales (padre e hijo) son los culpables de este crecimiento desordenado y caótico.