El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
En esta edición de El Faro del Guadarrama recuperamos un reportaje publicado por el diario ABC en 1972 que, lejos de ser anecdótico, es bien representativo de la política urbanística que ha dominado Collado Villalba durante los últimos 40 años, y que ha acabado por convertir esta localidad, puerta de la Sierra de Guadarrama (y por tanto del futuro Parque Nacional), en un perfecto ejemplo de desmanes y, en definitiva, de todo aquello que no se debe poner en práctica. Un cero en urbanismo, se decía entonces, y ahora, 36 años después, la situación no ha cambiado demasiado. Por eso resulta importante preservar lo que aún queda de espacio natural, desde el entorno del río Guadarrama a La Chopera, la Dehesa o el Monte del Andaluz. Hay problemas a los que ya es prácticamente imposible poner solución, pero en otros casos sí se puede luchar aún por conseguir una ciudad más amable con el ciudadano, más sostenible y sobre todo con la mirada puesta en el futuro y no sólo en la rentabilidad económica más inmediata, dentro de un modelo que vemos cómo se ha revelado absolutamente fallido, por lo que sería incomprensible volver a caer en los errores del pasado.