ÁNGEL CUEVAS
Último Jefe de la Policía Local
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ángel Cuevas
Lleva 24 años trabajando en la Policía Local de Galapagar. Es profesor de la Academia de Policía y ha impartido ponencias en varias universidades, como la Carlos III.
En abril recibió una medalla de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, por la detención el pasado verano del causante de más de 70 incendios en el pueblo, honor que quiere compartir con sus compañeros, los agentes del Seprona y especialmente con los voluntarios de Protección Civil.
Tras dedicar 24 años a la Policía Local de Galapagar, donde en los últimos años ejercía de suboficial, Angel Cuevas, es desde el pasado 18 de abril el nuevo oficial de Arganda del Rey. Empezó en el cuerpo como policía de base; en 1992 ascendió a sargento y 10 años después a suboficial, ahora ha vuelto a subir en el escalafón, sin embargo tendrá que ejercer este cargo en otro municipio ya que en Galapagar, aunque está creada la plaza de oficial, no ha sido convocada. “Me da mucha pena irme de Galapagar, aunque voy a seguir viviendo aquí, donde llevo 43 años”, asegura mientras hace un repaso a su dilatada trayectoria en la localidad.
Durante estos años, ¿Galapagar ha cambiado mucho?
Sí, ha crecido mucho. Entré como policía cuando solo había diez agentes y ahora hay 60, pero el crecimiento más importante ha sido reciente con las Bescam, con 20 efectivos financiados por la Comunidad de Madrid.
Este aumento ha obligado a pensar en un cambio de sede.
Sí, se están haciendo unas nuevas dependencias, que se quieren inaugurar el 24 de junio, en el antiguo cuartel de la Guardia Civil, en la carretera de Colmenarejo. Era algo necesario ya que con la plantilla que hay y las previsiones de crecimiento no cabríamos en las actuales instalaciones.
¿Cómo ha sido el trato con los vecinos durante este tiempo?
En términos generales, bien; los vecinos colaboran con nosotros. Es un proceso unido a la evolución social de España; pasó de verse a la Policía como algo no tan cercano al ciudadano y ahora está reconocido como un cuerpo de ayuda y mediador social. Ese cambio también se ha dado en Galapagar. En un Estado de Derecho, la Policía debe ser preventiva y no represiva, sin perjuicio de que la represión, a veces es necesaria y tenemos que detener a los delincuentes.
¿Hay épocas del año dónde tenéis más trabajo?
Sí, por ejemplo en las fiestas, donde el trabajo es más difícil porque la gente bebe, está mucho más alegre y tú tienes que trabajar pero entender que ellos están de fiesta, por lo que hay que transigir un poco más. También hay refuerzos de los servicios en el Galapajazz, en las procesiones de Semana Santa...
Últimamente en los medios de comunicación aparece que en Galapagar se cometen más delitos, ¿hay sensación de inseguridad?
Ciertamente han ocurrido hechos puntuales como que han entrado en viviendas y han golpeado a los moradores, pero no es algo de Galapagar, son sucesos que ocurren en el ámbito nacional como consecuencia de la situación social del país. Eso no significa que la inseguridad ciudadana, en términos absolutos, haya aumentado, todo lo contrario, es un pueblo tranquilo. Son delitos que tienen una trascendencia social muy importante, más, por ejemplo, que el robo de un coche.
¿Y sobre la aparición de bandas latinas?
El germen de las bandas latinas no está en Galapagar, sino en la llegada a España de personas con estas nacionalidades y como consecuencia de eso, donde está más asentada esta población, la juventud empieza a tener un funcionamiento en base a unos ideales. Galapagar está en la media de municipios con población sudamericana, pero tristemente tuvimos hace más de dos años un hecho luctuoso, donde un chaval mató a otro y eso dio lugar a la leyenda de que las bandas latinas nacieron aquí, pero fue un hecho puntual. El otro día, un hermano mató a otro y ambos eran españoles y llevaban viviendo en Galapagar mucho tiempo.