Crisis y fútbol

Tiene que haber alguna explicación sobre el origen de la gran crisis económica internacional, pero mientras la encontramos, nos conformaremos con las crisis del Real Madrid. El fútbol es un invento perfecto para olvidar. Es posible que nos estemos acercando a una recesión considerable, pero la Liga aún tiene más tirón que Wall Street y Madoff juntos.

Tanto es así que en los informativos no dejan de poner imágenes del derbi y en La Sexta lo analizan como si se tratara de salvar el mundo. A veces pienso que el fútbol y los dibujos animados pueden salvarnos de la realidad, y se lo agradezco. Meterse de hoz y coz en el maremágnum mundial en el que nos encontramos, parece una labor de masoquistas o de presentadores de telediario. Sólo la nieve ha venido a poner un poco de orden y de sentido común en todo esto, igualando las aristas y deteniendo el mundo. Los fines de semana ya no son inocentes. Creíamos que nos podíamos dedicar al noble deporte de perder el tiempo o a ver el derbi como si fuera un fragmento del apocalipsis. Hoy sabemos que el fútbol es el juguete que nos trae Papá Noel para ir tirando. La realidad es tan fiera que algunas autoridades auguran un frío en la economía muy superior al que puede hacer en el puerto de Navacerrada. Nos dieron un armario y al otro lado, en lugar de mantas cálidas, estaba la nevada financiera y sus acólitos. Ahora parece que algunos fondos se desfondan y los telediarios nos presentan el nombre de Madoff, del que nada sabíamos. Y cuando los pobres se enteran de los problemas de los ricos es que la cosa es realmente seria. Huir desesperadamente hacia la Liga de fútbol o hacia las declaraciones de París Hilton es una forma de salvarse. El siglo XX se termina al fin, mientra en Bagdad surca el aire un zapato veloz.