Opinión

El ‘hip hop’ y los adolescentes

V. Lafora

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Sanidad ha puesto en marcha una campaña para evitar los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual entre los jóvenes. Es su competencia y su ámbito, otra cosa es que el ‘hip hop’ sea el vehículo eficaz para llegar a los adolescentes, o que el lenguaje de con koko yo gozo mogollón sea realmente el que usan los chicos y por tanto se sientan concernidos.

Pero eso no es educación sexual. Es sólo una llamada de atención sobre los riesgos que corren en lo que parece ser nada más que un juego. Y el sexo, los adultos lo sabemos bien, es algo más que un juego. Las consecuencias, con un alarmante número de abortos entre las menores, las están pagando ellas, las adolescentes.

Quien pasa por un aborto, al margen completamente de connotaciones morales y religiosas, descubre que no es un procedimiento anticonceptivo más, sino un hecho traumático que puede dejar secuelas psicológicas, y más en una cría. Pero los padres de ahora, tan modernos, seguimos teniendo un pudor insuperable a abordar estos temas con nuestros hijos y lo dejamos pasar mirando para otro lado y confiando en que lo hará la escuela, o el Gobierno, o los amigos, o el vecino del quinto. Cuando nos queremos dar cuenta tenemos enfrente un adolescente al que ya no sabemos qué decir y del que suponemos que sabe todo.

La solución pasa por asumir la responsabilidad, sugerir los temas desde que son muy pequeños, dejarles que pregunten, contestar sin hipocresías y con claridad. La sexualidad es tan importante para su vida como la buena alimentación o el dormir y una puerta a su futura felicidad. No es obligación de Sanidad educar a los adolescentes, ni siquiera el recordar a los padres algo tan evidente como que los chicos de ahora se inician en el sexo a edades cada vez más tempranas. Tres de cada 10 de entre 15 y 17 años han tenido relaciones completas y con varias parejas. No es de extrañar que los abortos hayan crecido en el último año un 17 por ciento, y han aumentado entre niñas de entre 10 y hasta 16 años.

Con estos datos escalofriantes ya han salido algunas organizaciones conservadoras y un sector del clero poniendo el grito en el cielo por la campaña de Sanidad. No por su inoperancia, sino porque propone el uso del condón. Son los mismos que siempre se han opuesto a la educación sexual en la escuela.

Ante estas evidencias, si tiene usted hijos hable con ellos, dígales que el sexo es juego, placer, amor, pero que también tiene riesgos y que más vale prevenir.