Collado Villalba

Los aullidos de Lobo Cojo

INTERINO

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Me han contado que durante las fiestas patronales de El Gorronal un individuo al que el alcohol casi le salía por las orejas, se puso un poco pesado con el alcalde (unos hablan de insultos y otros incluso de intento de agresión), y tuvo que ser detenido por los agentes policiales para evitar que el espectáculo fuese a mayores, poniendo con ello un borrón más a los festejos de este año en cuanto al capítulo de incidentes”. Tras la primicia, Lobo Cojo continúa con sus relatos: “En el repertorio de esta semana hay otros asuntos más agradables; por ejemplo, el reto de JP y sus compañeros de Ejecutivo a la gripe aviar ¿será por miedo?, tras autorizar la repoblación de patos, cisnes y aves (búho incluido) en la rotonda situada al final de la calle Ramón Fernández Soler, es decir, frente a la laguna de Pryconsa. Con los metereólogos anunciando un verano supercaliente, no me sorprendería que estas figuritas decorativas cobren vida y decidan por su cuenta trasladarse a dicho estanque”. Otro tema que no ha pasado desapercibido para nuestro personaje es la polémica surgida este fin de semana en Madrid entre la presidenta regional y el alcalde de la Villa y Corte, en relación con la pretendida tala de varios centenares de árboles plataneros situados en el Eje Museo del Prado-Recoletos, para poder afrontar la remodelación de esta zona. “Yo no sé si es JP el que copia de Ruiz Gallardón o es Ruiz Gallardón el que lo hace de JP, pero en lo que respecta a la realización de obras faraónicas y talas de árboles son tal para cual. Y lo curioso del caso es que tenga que intervenir una política liberal (Esperanza Aguirre) para evitar otra nueva masacre arbórea en la capital. A ver si doña Espe se da una vuelta por nuestra ciudad y le pone las pilas al alcalde villalbino, porque me temo que a este ritmo nos va a dejar mas tiesos que la mojama”.
“Y voy a terminar hoy agradeciendo las llamadas que he recibido de varios villalbinos facilitándonos la matrícula del misterioso Touareg, cuya cifra -para que conozcan más detalles- no es capicúa por un número. Ahora nos queda identificar al titular de este vehículo, aunque posiblemente muchos de ustedes ya lo sepan desde hace tiempo. Uno, como es tan ingenuo...”