Galapagar

Cartas desde la charca

Emys Orbicularis

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Cuando todo parecía un auténtico oasis de calma (es un decir), va el lunes y cuando estoy en el Ayuntamiento cortan la luz porque la deuda con Iberdrola se acumula desde enero. Así, sin previo aviso. Estuve por aprovechar la oscuridad para buscar por los cajones y llegar hasta la caja fuerte, aunque, dadas la precariedad económica de la casa consistorial, mi esfuerzo no sirvió para nada. Las arcas municipales, lo confirmo, están más tiesas que la mojama. También estuve tentado de hacer manitas, pero no está el horno para bollos, así que me dispuse a desandar lo andado y volver hacia mi charca. Después de la luz, ¿qué será lo próximo? ¿El agua, quizá?. Bah, eso es lo de menos: siempre nos quedará la pepsi, una mirinda o un carajillo para olvidar aquello de que a perro flaco todo se le vuelven pulgas”.