Luces y sombras
Manuel J. Ortega
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tras casi 30 años de militancia socialista, la edil de Galapagar Isabel de Andrés se resiste a aceptar el acuerdo tomado por el Comité de Garantías del PSOE tras haber sido expulsada del partido. Sus declaraciones a este periódico han sido contundentes: “No renuncio a ser socialista ni a estar en mi grupo, porque no he hecho nada en contra de mi partido, sólo me he resistido a aceptar a distintas presiones terroríficas que he sufrido para mirar hacia otro lado o para hacer una política de baja intensidad contra el PGOU. Estoy en contra del Plan de Urbanismo del PP, como estuve en contra del otro que elaboró Manuel Cabrera (alcalde por entonces del PSOE) y ahí es donde está el origen del problema”. También De Andrés quiso dejar claro que “los concejales somos representantes de toda la ciudadanía y debemos actuar en conciencia; esta es la única manera con la que se puede acabar con la corrupción que existe en tantos ayuntamientos” .
Es evidente que la aún militante socialista tiene las cosas muy claras: va a defender sus derechos políticos a capa y espada; no va a entregar su acreditación de concejal y además -y eso es lo que al parecer más preocupa a sus hasta ahora compañeros de grupo municipal- está dispuesta a acudir a los tribunales, por un lado para defenderse de lo que ella denomina “acoso moral e institucional” por parte de sus compañeros, y por el otro, “para denunciar - esto lo anunció en El Faro del Guadarrama hace casi un mes- las decisiones tomadas por su compañero, Manuel Cabrera, durante su gestión al frente de la Alcaldía en temas supuestamente relacionados con el urbanismo local”.
No sabemos en qué puede terminar esta crisis abierta tanto en el seno del grupo municipal socialista como en la propia sede local del PSOE, pero mucho nos tememos que lo del Rosario de la Aurora se va a quedar chico a la hora de hacer una valoración final sobre esta confrontación, porque después de 29 años de militancia activa y de muchas legislaturas rompiéndose la cara en defensa de los postulados socialistas, Isabel de Andrés va presentar batalla, está en su derecho, y puede que en su caída arrastre a más de uno. Y eso no es lo mejor para un partido que, después del varapalo recibido en las últimas elecciones municipales, parece incapaz de levantar cabeza pese a los esfuerzos realizados por Carmen Toledano, actual portavoz del grupo municipal y posible candidata a la Alcaldía, pero que al parecer tampoco cuenta con el respaldo mayoritario de sus compañeros. Pero esta incógnita puede quedar despejada en las ya inminentes elecciones primarias.
EL HOSPITAL DE VILLALBA Y SU UBICACIÓN. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, al anunciar en su reciente visita a Collado Villalba que la Comunidad de Madrid construiría durante la próxima legislatura -obviamente, si gana las elecciones-, un hospital en esta localidad, no sólo hizo felices a miles de villalbinos sino que provocó la satisfacción entre muchos vecinos de otros municipios colindantes que, con la buena nueva, confían poder mejorar su precaria situación asistencial actual, generada básicamente por sus complicadas visitas al hospital comarcal de El Escorial, donde los usuarios deben superar el problema de un acceso bastante incómodo dada la precariedad de los horarios y de los itinerarios de los servicios de transporte públicos, o al de Puerta de Hierro de Madrid y en el futuro de Majadahonda, mucho más alejados y con comunicaciones más complejas. Así nos lo exponía en una carta F.S.D, vecino de Los Molinos, asegurando que: “Me parece estupendo que la Comunidad de Madrid haya decidido construir un hospital en C. Villalba. Nadie sabe el martirio que supone tener que ir al de El Escorial, alejado de todos sitios, sin comunicaciones y en medio de la nada. Espero que el resto de los ayuntamientos de la zona presionen al de Villalba y a la Comunidad de Madrid para que el emplazamiento de dicho hospital esté lo más cerca posible de la estación de ferrocarril y no se cometa el error de construirlo en la Dehesa Boyal o en Villalba-Pueblo, pues los que no vivimos en ese municipio, ni tampoco tenemos coche, podríamos ir en tren si se hacen bien las cosas, sin tener que realizar transbordos o coger varios autobuses, pero padeceremos los mismos problemas que con el de El Escorial si no está junto a la estación de RENFE”. La propuesta nos parece lógica y sensata, pero como la ubicación del centro hospitalario va a depender única y exclusivamente del Ayuntamiento de esta localidad porque es quien debe aportar los terrenos, mucho me temo que el hospital villalbino va a tener serios problemas a la hora de encontrar un emplazamiento que no sea el de la Dehesa o lo que es aún peor, en la zona situada entre la ITV y la depuradora del Endrinal, porque el resto de los terrenos de propiedad municipal han sido vendidos a empresas promotoras y los pocos que aún quedan, caso de parcela situada junto a Los Valles, han sido ya destinados a la construcción de una plaza de toros y una zona comercial, cuando lo más razonable y dada la masificación de viviendas generado por las urbanizaciones existentes entre ese entorno, las nuevas viviendas del IVIMA y las promociones de Las Eras, era que dicha parcela fuera destinada a la construcción de un colegio público al estar saturado el Carlos Ruiz. Pero bueno, aquí últimamente las casas se empiezan por el tejado y por eso no debe sorprendernos que para levantar el futuro hospital se tenga que dar otro pellizco a la Dehesa y que, además, los niños que vivan en Los Valles y Las Eras queden condenados a tener que utilizar el autobús todos los días para ir a los colegios públicos que les asignen o, por el contrario, deberán jugarse la vida para cruzar la carretera de Navacerrada cuando tengan que ir andando, por ejemplo, al instituto Jaime Ferrán.