El firme se hunde y del bache se pasa al socavón (Foto: A. O.)
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
La calle Camino del Molino se puede considerar como una de las vías urbanas con mayor densidad de tráfico de este municipio, convirtiéndose desde su inauguración en una vía de circunvalación muy utilizada por camiones de gran tonelaje, ya que desde que se acometieron las obras de remodelación del P-29, otras calles adyacentes (Azuela, Escofina, etc.), impiden el tránsito de estos vehículos por las mismas debido a la estrechez de dichas calzadas. También se ha convertido en una magnífica avenida para los cientos de conductores que acuden a esta zona comercial-industrial para realizar sus compras, siendo además una estimable vía de circunvalación para muchas familias residentes en la zona de la Estación, El Gorronal, Los Negrales e incluso del Parque de La Coruña, a la hora de utilizar la M-510 para poder desplazarse a Galapagar, Guadarrama o incluso para coger la A-6.
Asfalto deteriorado
El Ayuntamiento de Collado Villalba anunció unos meses antes de la celebración de las últimas elecciones municipales (mayo de 2007) una operación asfalto en distintas calles de este municipio, entre las que se encontraba Camino del Molino. Sin embargo, tras los problemas surgidos con la empresa a la que le habían adjudicado estos trabajos, la vía tuvo que conformarse con un lavado de cara preelectoral (pintura de los pasos de peatones, parcheo superficial de baches, etc.). Posteriormente, las lluvias caídas durante el pasado invierno y el incremento del tráfico rodado, sobre todo de vehículos pesados, empezaron a hacer mella en una capa asfáltica bastante endeble, que fue descarnandose día a día pese a los esfuerzos realizados por los operarios de la Brigada de Obras para tapar los baches que iban apareciendo.Las obras de canalización de un colector próximo a la urbanización Los Fresnos y el hundimiento del firme están convirtiendo lo que parecía un simple bache en un peligroso socavón (foto superior).
Más deficiencias
Pero los problemas no terminan aquí: la calle está sucia porque la empresa encargada de realizar las tareas de limpieza viaria no aparece por esta zona; la recogida de basuras se convierte en un espectáculo deprimente, puesto que parte de los residuos que no entran en los contenedores se dejan en el suelo; el alumbrado público es insuficiente porque las bombillas de las farolas no se reponen; las losetas de las aceras están rotas y despegadas; el aparcamiento de vehículos a ambos lados de esta vía impide la visibilidad a los conductores que tienen que acceder a la misma desde las calles Puerto de Navacerrada, Puerto de Cotos y Puerto de Guadarrama; las alcantarillas están rotas o levantadas y, lo que aún es más grave, las personas discapacitadas (en la zona hay un par de residencias de ancianos) tienen que circular por la calle al no poder utilizar unas aceras que además de tener unos bordillos de gran altura, presentan un piso peligroso. Es bastante habitual ver a una señora impedida utilizar para sus desplazamientos por la zona una silla de ruedas motorizada, poniendo en peligro su vida, al tener que circular por el asfalto junto a coches y camiones.