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El CUC Villalba, sin gol y sin suerte, cosecha ante el Santa Ana su undécima derrota consecutiva (0-2)

FÚTBOL / Tercera División Grupo VII – 13ª Jornada

Un polémico penalti que significó la expulsión del debutante César desniveló el partido en el arranque del segundo tiempo

JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
Hay precipitación y nervios, y, por tanto, faltan la precisión y la pólvora, claves en el fútbol. El CUC Villalba repitió ante el Santa Ana el guión más manido y cosechó su undécima derrota consecutiva, tantas como puntos le separan de la salvación. Al equipo de Fernando Sánchez no le basta para puntuar con tener más pelota que su rival, ni con crear más ocasiones, ni, ahora, con mostrar más consistencia que antaño. Ya da la sensación de que ganar será este año una tarea ciclópea.

El Santa Ana llegaba a Villalba como la referencia de la salvación, once puntos por encima de los amarillos. El cuadro de Tomás Heras asumió su papel de favorito y salió a jugar, de tal modo que el Villalba encontró algunas interesantes entradas por banda que le reportaron ocasiones. La más clara fue una chilena espectacular de De Loma que salvó a una mano el guardameta Víctor. El rechace, franco, le cayó a Plaza, cuyo remate a bocajarro se lo sacó la defensa bajo palos. Y minutos antes, el colegiado Fernández San Miguel no penalizó una zancadilla dentro del área del ex villalbino Oliva a Diego Aragoneses cuando éste se disponía a apurar a la línea para dar el pase de la muerte. Quien le iba a decir al Villalba que en una jugada casi calcada, en el arranque de la segunda parte, el trencilla sí iba a pitar la pena máxima en un discutible derribo del debutante lateral César –fichado del Pozuelo- a Rati. Ese penalti, que supuso la expulsión del villalbino, dio ocasión a David Sánchez de romper el marcador y asestar un mazazo anímico a los serranos. El golpe definitivo llegó a los 18 minutos de la segunda parte, cen un flojo disparo de Rati que pilló a Roberto distensionado. El portero falló en el blocaje y el balón se deslizó por debajo de su cuerpo hasta introducirse a cámara lenta en la portería, en una versión actualizada del gol de Platini a Arconada.

La imagen resumió a las claras el tipo de desgracias que persigue al Villalba, un equipo sin duende. La recta final también habló de ello, cuando el equipo volvió a generar otras dos ocasiones claras con el resultado conocido.

Con sólo dos puntos en la tabla, y con la visita a Getafe y la jornada de descanso en el horizonte, la situación ya roza el KO técnico cuando no se ha alcanzado el primer tercio de Liga.