Los aullidos de Lobo Cojo

“Esta semana -dice Lobo Cojo- tengo muchos temas para comentar y la verdad es que no sé por donde empezar. Bueno, lo haré por los agentes de la BESCAM, esa treintena de policías que la presidenta regional nos ha enviado para velar por nuestra seguridad y que, sin embargo, la semana pasada encontramos a cuatro de ellos regulando el tráfico justo debajo del puente que une el barrio de El Gorronal con el P-29. Que por advertido no quede, así que mira JP, la Espe ha dicho por activa y por pasiva que los miembros de la BESCAM tienen prohibido dirigir el tráfico y estoy seguro de que como se entere retira estos efectivos, los coches y las motos. Luego, como siempre, a decir que la Comunidad pasa de nosotros y a llorar por los rincones como la Zarzamora”.
“No se pueden imaginar la expectación que había la semana pasada para comprobar si Gómez Sierra, edil de Urbanismo, tras confesar su condición de republicano profundo, asistía al acto inaugural de la nueva biblioteca, que iba a ser presidido por la infanta Cristina. Pues bien, al contrario de lo que ocurrió cuando la visita de Esperanza Aguirre al Ayuntamiento para la celebrar un Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, esta vez Gómez Sierra se había quitado de la solapa de la chaqueta el ‘pin’ de la bandera republicana (entonces optó por irse antes que desprenderse de él) y cumplimentó como el resto de los miembros de la Corporación a la representante de la Casa Real. Arrepentidos los quiere el Señor, dijo una vez el cura de Villalba-Pueblo, y les anticipo que hasta es posible que el día menos pensado nos encontremos al responsable del área de Urbanismo luciendo una corona real en la solapa. Cosas más sorprendentes ha hecho este político, ¿verdad?”.
“Como el espacio se termina -a ver cuando el señor director me da una página-, dejo algunos temas para la próxima semana, pero antes de finalizar quiero volver a mencionar al famoso Touareg. ¿Se acuerdan de la polémica que levantó en su día?. Pues bien, como ocurría con El Zorro, este vehículo cuya matrícula tiene precio -porfa:¿alguien nos la puede facilitar?-, ha vuelto a dejarse ver raudo y veloz por las calles de nuestra ciudad, esta vez conducido por una mujer. ¡Toma ya!”.