Opinión

Libertad sólo en literatura

El mirador

Víctor Corcoba

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La libertad sembrada por el escritor mexicano Sergio Pitol nos recuerda que lo de hacer esto o aquello sólo existe en las letras. El reino de los pillos ha tomado reinado y lo primero que han metido entre rejas ha sido la bondad del decente. El derecho del más fuerte es la mayor tajada de libertad que se nos muestra.

Las dominaciones económicas hacen corral en un mundo de gallineros. Realmente siento pánico ante la legión de esclavos posesivos que sólo aspiran a poseer. Les importa un rábano tu libertad, se la tragan maliciosamente. Por eso es tan importante promover seres humanos libres en una sociedad prisionera, presionada, aprisionada, apresada por los bárbaros de la argucia.

No se hace libre a las personas cuando el camino es una trampa continua y constante. Miré los muros de la patria mía, como el poeta hizo tras el espejo del alma, y vi el contrasentido de la actuación con la palabra dada: divisé que la cultura está deshumanizada, que hay leyes que atacan a la dignidad humana, enredos políticos que aborregan, conquistadores que te llevan al huerto donde reina el embuste.

Si no hay verdad entre lo que se dice y hace, la libertad tampoco nace. Donde no hay humedad no puede salir un manantial de versos. También me preocupan esos liberadores de talante individualista que a golpe de puño levantan su libertad, pero no cuentan con la libertad del vecino, tan necesaria como la suya. Nos queda la literatura y poco más, porque la libertad de conciencia ya se han encargado de herirla los dioses falsos de la retórica con altar en cada esquina, mediante adoctrinamientos y artimañas.

Se han perdido tantas razones de libertad que de todas las especies me quedo con la natural, aquella que tienen las flores por donde no transita persona humana. Pido pues, tolerancia para ser libre en un mundo de esclavos.