JOSÉ A. MISÓ - Guadarrama
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La relación entre corrupción y políticos es mucho más profunda y antigua de lo que pensamos. Y lo digo tras leer la noticia que publicaba un periódico de Egipto, ‘Al-Masri Al Yaoum’, al desvelar que un investigador de ese país, Ahmad Saleh, afirmaba haber descubierto en la ciudad de Tebas evidencias de la existencia de corrupción y nepotismo hace 3.000 años. Se trata del encubrimiento de un robo de joyas y oro escondidos en las tumbas de los faraones. Según el citado investigador, las autoridades involucradas no recibieron ningún castigo mientras que las personas comunes que participaron en el saqueo fueron juzgadas y condenadas. Es decir, 3.000 años después estamos en lo mismo.