Valdemorillo

Valdemorillo, en las Jornadas Europeas del Patrimonio

Algunas de las piezas expuestas en el CUMVAL (Foto: ARCHIVO)
RICARDO FANJUL | Miércoles 22 de octubre de 2014
Valdemorillo ha sido escogido por la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura para representar a la Comunidad de Madrid en las Jornadas Europeas de Patrimonio, centradas en el paisaje industrial, como memoria tangente del trabajo y el territorio. Los responsables municipales describen la participación del municipio como “un paseo por una historia con futuro”.

En estas jornadas, en las que participan localidades de 49 países, Valdemorillo representa a la región madrileña “al revelar, en la singularidad del conjunto de sus edificios industriales, el mejor testimonio histórico y patrimonial en relación al paso dado en el siglo XIX para avanzar de la sociedad agraria a la industrializada”.

La actual Casa de Cultura, ubicada en la vieja fábrica de cerámica, es el máximo exponente de este reconocimiento. De hecho, en ella se encuentra el Museo CUMVAL (arqueología industrial de cerámica y vidrio), considerado un ejemplo único dentro de su género en la Comunidad de Madrid.

El verdadero valor del caolín
El CUMVAL se emplaza en una cueva alzada en sillares de granito, que sirvió en origen como pudridero de caolín. Este material, pese a que pocos conozcan su valor en la actualidad, es el verdadero origen de la economía de Valdemorillo y el responsable de su auténtica riqueza histórica. Se trata de un mineral de enorme valor en la antigüedad, por su utilidad para el vitrado de la cerámica. Algo que sabían y buscaban los romanos para la elaboración de su preciada cerámica, denominada Terra Sigillata. Las fructíferas minas de caolín del río Aulencia, junto a las de Galapagar y Colmenarejo, fueron el motivo de la creación de una de las más importantes ciudades romanas en el centro de Hispania. Gracias al caolín y a la extracción y posterior procesado de otras riquezas minerales a orillas de este río, tres de las principales calzadas romanas se encontraban en este enclave del llano de Valdemorillo.

El origen de Valdemorillo
Y gracias a estas riquezas, por tanto, se levantó una ciudad cuyos últimos pobladores, tras abandonarla siglos más tarde, darían origen a La Despernada (Villanueva de la Cañada) y a Valdemorillo, que lleva años siendo expoliada por una gravera ante la permisividad de los ayuntamientos de ambas localidades y la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, según denuncian distintos colectivos proteccionista. Dicha ciudad junto al río Aulencia está cada día más cerca de confirmarse como la mítica Titultia.

De los ancestrales conocimientos artesanales de aquella civitas y de las riquezas del Aulencia se nutre hoy el citado museo, con “una interesante selección de piezas en porcelana y vidrio, donde se muestran los procesos seguidos en la célebre y pionera fábrica de Valdemorillo”, hoy reconvertida como Casa de Cultura.

Como explican los responsables de este centro, “se trata de un patrimonio de innegable valor que cobra ahora relevancia internacional con motivo de las citadas jornadas, guiadas, como cada año, por el objetivo de sensibilizar a los ciudadanos sobre la riqueza y la diversidad cultural de Europa, el fomento del diálogo y la necesidad de despertar una mayor conciencia sobre la necesidad de proteger el patrimonio”. Protección del patrimonio que, vecinos y asociaciones locales esperan que, a partir de ahora, impida la desaparición de más edificios singulares y de yacimientos como el citado en el río Aulencia, situado al límite del municipio por el sureste.