Tema de la semana

“Los políticos somos los primeros que debemos ajustarnos el cinturón”

El alcalde de Galapagar, Daniel Pérez (PP), el miércoles en el balcón del Ayuntamiento de Galapagar (Foto: E. P.)
ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
Cuando todavía no han pasado 20 días desde que Daniel Pérez accediese a la Alcaldía (vía moción de censura, presentada por el Partido Popular y la Plataforma de Vecinos), hoy se celebra el primer pleno que presidirá oficialmente este joven político galapagueño, que en apenas año y medio ha sido candidato fugaz, número cuatro, portavoz y finalmente alcalde. Entre sus primeras decisiones se cuenta la de bajarse el sueldo casi un 10 por ciento, mientras que hoy afrontará una sesión complicada, con la revisión de las ordenanzas fiscales, que incluye importantes subidas en numerosas tasas.


¿Cómo ha sido el aterrizaje?
Forzoso. Desde fuera te imaginas lo que hay, pero cuando entras es más duro todavía. Han estado 15 meses sin tomar casi ninguna decisión, y las dos o tres que adoptaron han complicado todavía más la situación económica del Ayuntamiento. Sólo hay que recordar el aumento de plantilla en un 33 por ciento y la retirada del Plan General, que es la iniciativa más grave e irresponsable que se ha tomado en toda la historia democrática de Galapagar. Ha sido un desastre. La situación es difícil, y no sólo en lo económico, sino también en la parte administrativa y de organización en el Ayuntamiento. Pero mirar hacia atrás no vale de nada; hay que tomar decisiones, afrontar la situación y salir adelante.

Entre esos errores por parte del cuatripartito habla de la retirada del Plan General. Supongo que una parte importante de esa decisión partió del que ahora es su socio de gobierno, edil de Urbanismo y primer teniente de alcalde...

Creo que fue una decisión equivocada, y se lo he transmitido a él muchísimas veces. Va a causar mucho retraso, pero quiero seguir hablando con la Comunidad de Madrid, porque sería muy importante recuperar parte de la tramitación realizada. Puede ser importante para buscar una salida y contar con un plan de futuro para Galapagar. Un PGOU no es algo para que haya más ladrillos, sino precisamente para lo contrario: para reducir eso que algunos llaman la especulación. Hay que buscar un desarrollo sostenible, y un Plan General está para ordenar el territorio. Y si hay determinadas personas del PSOE que hablan de ladrillo y especulación es porque quizá recuerden el que han causado ellos años atrás. Quiero recordar por ejemplo el caso Fuente Elvira, que es un grave problema urbanístico que viene de la época del señor Cabrera. Las constructoras reclaman ahora 46 millones de euros, y eso sí es llevar a la quiebra al Ayuntamiento, y es algo que tiene nombre y apellidos: el gobierno socialista que gobernaba en coalición en la legislatura 1999-2003.

Las primeras valoraciones hablan de un crecimiento aproximado de 4.000 viviendas. ¿Es válida esa cifra?
Es aproximada, porque creemos que es lo que la Comunidad de Madrid podría asumir como un crecimiento sostenible y lógico. Pero todavía hay que estudiarlo. En su día vimos algo del Avance, porque el señor Remacha nos lo enseñó, mientras que el resto del Equipo de Gobierno no dio ni un paso adelante.

Y al margen de que pueda aprobarse el Plan General en esta legislatura, ¿existe la posibilidad de destinar algún suelo a la construcción de viviendas protegidas?
Sí, es algo que se necesita. Voy a intentar sentarme con la consejera de Vivienda para ver si en algún pequeño terreno que tenemos podemos hacer algo dentro del Plan Joven. No puedo garantizarlo, pero sí vamos a tramitarlo.

La colaboración de la Comunidad de Madrid también es fundamental para poner en marcha otras actuaciones...

Por supuesto. Ya estamos en contacto con la Consejería de Sanidad para tratar el tema del Centro de Salud; y con Educación, de cara a la Escuela Infantil y el colegio, aunque éste va a requerir una tramitación más larga. Lo que está claro es que en estos 15 meses de gobierno del cuatripartito no se ha puesto en marcha nada. Y eso significa no sólo que no se haya ido hacia delante, sino que se va hacia atrás. Otro proyecto que vamos a poner en marcha en breve, aunque éste es directamente del Ayuntamiento, es el del tanatorio.

En cuanto al Centro de Salud, ¿se construirá en la parcela que se cedió en su momento en el barrio San Gregorio?
Desde luego, porque el Partido Popular ya cedió esa parcela a la Comunidad de Madrid en la pasada legislatura. Además, se está tramitando el desvío de la línea de alta tensión, así que todo se va solucionando poco a poco.

Se habla de apretarse el cinturón, de la congelación de salarios de los concejales e incluso de la reducción de su propio sueldo... ¿Y cuál es la parte que afectará directamente a los vecinos?
Esa parte menos amable es una actualización de ordenanzas fiscales y de tasas. No todo va a afectar a los ciudadanos, y por supuesto hay que tomar esas medidas porque lo requiere la situación. De hecho, me consta que la gran mayoría de los ayuntamientos de la región está adoptando medidas en ese sentido. Muchos consistorios actualizan sus tasas respecto al año pasado o hace dos, pero en Galapagar hay algunas que están sin modificar desde hace 10 años. También se trata de hacer una reestructuración del Ayuntamiento y llevar a cabo una reducción del gasto corriente. Primero hay que pedir ese esfuerzo de ajustarse el cinturón a los políticos, luego a la administración y en tercer lugar a los ciudadanos.

Lo que no habrá el subida del tipo impositivo del IBI...

No, porque si se sube el IBI, se hace indiscriminadamente, a todo el mundo, y lo que queremos es que el que más haga uso de los servicios que se prestan, más pague; ése es el criterio, porque creo que es de justicia. El tipo impositivo está en el 0,61, pero nos hemos encontrado borradores que estaba elaborando el personal de confianza de la alcaldesa y se hablaba de una subida hasta el 0,70. Por eso me gracia que se diga que vamos a subir el IBI, cuando no es así y además son ellos los que lo iban a hacer. Esos borradores también afectaban a otros impuestos y tasas, y eso partía de la propia alcaldesa. Hablan incluso de un gasto medio por habitante de 400 euros, y seguramente dan esa cifra porque es lo que ellos mismos habían calculado. Como siempre, se equivocan.

Resulta cuanto menos curioso que, a la hora de los recortes, una de las áreas que se dejan sin dedicación exclusiva sea de la Economía y Hacienda...

Sí, puede parecer paradójico. Pero la persona que lo lleva es capaz de eso y mucho más, y está haciendo un gran esfuerzo, que yo he de reconocer. Fernando Arias es una persona con una enorme capacidad, y hay que elogiar su trabajo.
¿Para cuándo estarán los presupuestos del próximo ejercicio?
Están en el horno. Yo creo que en un par de semanas podrán presentarse, porque si no corren los plazos y llegamos tarde, y queremos que a principios de año contemos con un nuevo presupuesto ajustado a la coyuntura económica general. Está claro que se va a recaudar menos por licencias urbanísticas, aunque tampoco es que Galapagar haya sido un pueblo que haya vivido en exceso de ese tema, salvo un pequeño tramo que, por cierto, coincide con gobiernos socialistas. Lo que está claro es que se ha abierto un agujero económico por parte del PSOE y el resto de grupos simplemente por no aprobar las cuentas para 2008 que está sobre los 4 millones de euros. Ahora, lo que no han hecho en 15 meses lo tenemos que hacer en uno.

Y aunque supongo que ahora todo son buenas palabras, ¿cuáles son los síntomas que ofrece el pacto con la Plataforma?
Bien, bien. Hay que consensuar todo y hablar, pero la relación es fluida y no hay ningún problema. Como en todas las familias, hay cosas que se discuten para llegar a un término medio, pero ahí está la virtud, buscando un camino que nos una y que nos va llevar hasta el final de la legislatura. Espero que así sea y creo que también es el sentimiento de la Plataforma.

En cualquier caso, ¿es consciente de que este acuerdo puede tener un cierto coste para el Partido Popular en términos políticos o de rentabilidad electoral?
Hubo alguien que decía que gobernar desgasta, pero también hay quien piensa que lo que desgasta de verdad es la oposición, y yo soy más partidario de esta segunda frase. Hay gente que cree que si el PP se hubiera quedado en la oposición hubiera sacado no 11, sino 15 concejales, pero ese argumento vale si no nos encontrásemos con la actual situación económica. Por responsabilidad política, porque el PP es el partido que ganó las elecciones y debía estar gobernando desde el primer día, teníamos que hacer todo lo posible para hacerlo. Y si atendemos a la situación económica, tal y como iban las cosas con el cuatripartito se podía ganar con 15 la próxima legislatura, pero con la deuda del Ayuntamiento triplicada, y eso te ata de pies y manos para el futuro. Nosotros queremos dar futuro a Galapagar, no hundirlo más. Es una responsabilidad con nuestros votantes y con los ciudadanos.
¿Da por perdidos definitivamente los casi 3 millones de euros que se destinaban en el PRISMA 2006-2007 a la biblioteca?
La biblioteca era un proyecto del PP en la anterior legislatura; es verdad que hubo un retraso en los últimos momentos, pero después hubo 15 meses para ponerlo en marcha y no se ha movido ni un solo papel, no ha habido voluntad política por parte de la anterior alcaldesa. El caso es que se ha perdido una biblioteca, en la que la Comunidad iba a poner casi 3 millones de euros, y creo que eso nadie se lo debería perdonar a la que era máxima responsable del Gobierno municipal, que es la ex regidora del PSOE. El problema ahora es que es muy probable que esos 3 millones se pierdan, aunque intentaremos negociarlo con la Administración regional.
¿Y en cuánto al nuevo Plan Regional de Inversiones 2008-2011?
Va a dejar en Galapagar 6,3 millones de euros, y por eso cuando se acusa desde el PSOE a la Comunidad de Madrid de que no ponía los medios que debía, eso es simplemente mentira. En principio, esa cantidad se dedicará a remodelación de edificios públicos, mejora de calles, operación asfalto, eliminación de barreras arquitectónicas, etc.

En apenas un año y medio ha pasado de candidato fugaz del Partido Popular a número cuatro, luego portavoz del grupo municipal y finalmente alcalde. ¿Cómo se vive ese carrusel?
En dos años ha pasado de todo, pero es que estamos en un pueblo políticamente singular. Me ha tocado a mí, y sólo puedo agradecer a mis compañeros la confianza que han depositado. Ser alcalde no es un fin, sino un medio para llevar adelante las políticas del PP, ahora consensuadas con un socio de gobierno que es la Plataforma. Nosotros tenemos un programa, que no vamos a poder cumplir por completo, porque no vamos a tener tiempo, pero que en gran parte tenemos que respetar, porque así lo quisieron los ciudadanos.

Por último, hace unos meses aseguró que había arrepentidos en el Equipo de Gobierno cuatripartito, y a la vista de los acontecimientos parece que eran los ediles de la Plataforma...

No me refería a ellos... Hay más arrepentidos, ya lo creo. Y si fueran valientes, saldrían. Los concejales de la Plataforma han salido a decir: “esto es un caos, no puede ser, y nosotros hemos venido aquí a solucionar los problemas de los vecinos y no a causar más”. Ha sido una decisión arriesgada, pero valiente, y sobre todo responsable, que es lo importante. Arrepentidos hay en los que se han quedado, pero decirlo corre de su cuenta.