Emys Orbicularis
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Como si lo viera venir. El pleno de hoy empezará con la protesta de todos los grupos de la oposición por la celebración de la sesión en el Ayuntamiento, lugar que no cuenta con las condiciones adecuadas ni con las oportunas medidas de accesibilidad, etcétera, etcétera. Lo que se desconoce es si las banderas estarán en orden y si Barceló acudirá con el manual del concejal. En fin, que la fiesta todavía está pendiente de algunos detalles. El recién nombrado alcalde se estrenará con un toro nada fácil de lidiar: el de la subida de los impuestos y sobre todo de las tasas, aunque ha sido chico precavido y antes de que alguien se le tire al cuello ha decidido bajarse el sueldo casi un 10 por ciento, que algo es algo en los tiempos que corren. No va a subir el tipo del IBI, pero si llevan a sus hijos a clases de piano, procuren que ensayen más en casa y menos en La Pocilla. De todas formas, circulan por ahí algunos borradores que hablaban de incrementos en el tipo del IBI del 0,61 al 0,70. Y no han salido del despacho del actual alcalde, sino que proceden del anterior cuatripartito, que ya había hechos sus números. No todos estaban de acuerdo, claro, pero los hay que sí. Como los hay que piensan una cosa y dicen otra, y también quienes no piensan y simplemente buscan llamar la atención. De todo encontramos en los plenos de Galapagar, así que cogeré el caparazón y volveré desde mi charca al Ayuntamiento, arrastrándome por la calle Guadarrama, pasando por la iglesia, refrescándome en la fuente y subiendo las escaleras hasta la primera planta de una casa consistorial que pide a gritos una remodelación. A ver si alguien me hace caso de una vez”.