Opinión

Riesgo de moción de censura en Colmenarejo. La respuesta ‘ladrillera’ de Tomás Gómez - El alcalde de C. Villalba, con Pilar Manjón

LUCES Y SOMBRAS

Manuel J. Ortega

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El escrito presentado el pasado viernes en el registro municipal de Colmenarejo por la hasta entonces integrante del gobierno tripartito de Colmenarejo (APIC-PSOE-IU), la edil de Cultura y Sanidad, Elena Rodríguez, en el que solicitaba su ingreso en el grupo de no adscritos, ha caído como una bomba en un municipio donde últimamente los desencuentros en el seno de la Corporación municipal y algunos partidos políticos con distintos colectivos ciudadanos están al cabo de la calle. Y en medio de estos rifirrafes siempre aparecía la larga sombra de la alcaldesa, María Isabel Peces-Barba Martínez, una política hábil, escurridiza y que gusta de actuar en la trastienda del Ayuntamiento, donde toma decisiones, firma acuerdos o establece pactos que no siempre favorecen al interés general de sus conciudadanos. Tanto es así, que lleva nueve años como primera autoridad municipal de este municipio sin haber ganado ninguna de las tres elecciones a las que ha concurrido con ‘su’ APIC, un grupo independiente fundado en el año 1999 con vocación de bisagra, al contar con el beneplácito de sus socios incondicionales (PSOE e IU) a la hora de formar gobierno.

Pues bien, la decisión tomada por Elena Rodríguez de abandonar el Ejecutivo ha dejado a la alcaldesa y a sus, hasta el pasado viernes, compañeros de Gobierno a los pies de los caballos. Es decir, con reino pero sin gobierno, porque la oposición formada ahora por Partido Popular, VICO y la propia Rodríguez (grupo de no adscritos), cuentan con siete votos, es decir uno más que el tripartito, y por tanto pueden frenar cualquier iniciativa propuesta por éste, entre ellas la aprobación del polémico PGOU que, al parecer, ha sido uno de los detonantes de esta crisis que se veía venir desde hace meses dada la disparidad de criterios surgidos últimamente entre la dimisionaria y María Isabel Peces-Barba a la hora de gestionar el Ayuntamiento de Colmenarejo.

El terreno parece allanado para la presentación de una moción de censura al ya diezmado tripartito, pero según hemos podido saber, de momento las relaciones entre Partido Popular y los dos ediles de VICO no son lo suficientemente fluidas como para sentar a ambos grupos en una misma mesa en la que obviamente tendría que estar Elena Rodríguez. Sólo el tiempo puede curar las viejas heridas y propiciar el diálogo que pudiera permitir la gobernabilidad de un municipio que ahora está lamentablemente a la deriva.

En la carta abierta enviada por Plataforma de Vecinos de Galapagar (PdeVG) al secretario general del PSM, Tomás Gómez Franco, que publica hoy nuestro periódico (edición Galapagar), quedan reflejadas las negociaciones habidas entre dicho grupo político y los responsables de los socialistas madrileños a fin de llegar a acuerdos tendentes a evitar la ruptura del PdeVG con el cuatripartito y la moción de censura que llevó al PP a la Alcaldía. Y entre las muchas lindezas que aparecen en dicha carta, hay un párrafo que no tiene desperdicio alguno. Lean pues: “En la reunión que mantuvimos con usted [le dicen los responsables de la Plataforma galapagueña Gómez], le expusimos las penurias por las que estábamos pasando y le pedimos la ayuda de su partido, ya que la alcaldesa hasta ese momento y después de 15 meses era incapaz de liderar su propio grupo municipal y mucho menos al Equipo de Gobierno. ¿Recuerda usted cuál fue su respuesta? Nos dijo: “En Parla estamos mucho peor, esto se soluciona vendiendo unos terrenos. Señor Gómez, ¿eso no era seguir enladrillando la Comunidad de Madrid? ¿Acaso los ladrillos rojos son de un talante más ecológico y social que los azules?”.
¡Ay Señor, en qué manos estamos!.

La prensa de Madrid se ha hecho eco del convenio marco suscrito por los ayuntamiento socialistas de Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Parla, Aranjuez, Alcorcón y Collado Villalba para apoyar económicamente a la Asociación de Víctimas del 11-M que preside Pilar Manjón. “No se trata de ningún trato de favor, manifestó el regidor de Fuenlabrada, Manolo Robles, sino de paliar la partida económica que este colectivo debería recibir del Gobierno regional”. El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, David Pérez, afirmó que el Ejecutivo madrileño “no puede dar subvenciones a quien no las pide” .Y la guinda la ha puesto la propia Pilar Manjón con esta frase lapidaria: “Jamás hemos sido llamados por la Comunidad de Madrid para firmar ningún acuerdo”.

Al margen de estas opiniones, en Collado Villalba casi nadie entiende cómo el alcalde ha podido suscribir dicho contrato sin haber planteado previamente el tema al resto de los grupos políticos municipales, más cuando González acaba de anunciar las limitaciones económicas por las que atraviesan las arcas municipales y los recortes presupuestarios que deben realizarse. Si se trata, como nos tememos, de respaldar un acuerdo de su partido, muy bien, que pague el PSOE.