Javier Mirdisal
Alpedrete
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El Ayuntamiento de Alpedrete ha aprobado una ordenanza bajo el titulo “Contra las actividades antisociales y por la convivencia ciudadana”. Dicha ordenanza no sólo va a perseguir a quienes pintan las fachadas de nuestro pueblo con símbolos nazis y anarquistas, sino que además prohibirá que se coloquen carteles en la vía pública, perjudicando así a distintos colectivos, caso de Alpedrete Sostenible, que no disponen de medios para hacer llegar a los vecinos su opinión sobre el PGOU.
Da la sensación que la alcaldesa lo que pretende con esta ordenanza es protegerse y utilizar la represión para que no se vuelvan a ver en nuestro pueblo carteles contra la gestión del Equipo de Gobierno. Hasta prohíbe que las terrazas de los bares tengan mobiliario con publicidad (por ejemplo, la típica mesa de plástico con marca de cerveza), y deja claro que si algún grupo quiere hacer una concentración o una manifestación en Alpedrete, previamente se les requerirá para que depositen una fianza, algo que sin duda impedirá llevar a cabo este tipo de convocatorias.
Desde mi punto de vista, el objetivo del Ejecutivo local es silenciar a los movimientos y asociaciones, negándoles incluso el uso de locales de propiedad municipal, caso del aula de Cultura, por cuya utilización han pedido el pago de 300 euros. Así que, aunque lo parezca, no se trata solamente de una ordenanza encaminada a perseguir a los gamberros, aunque es posible que con ella consigan que Alpedrete se convierta en un pueblo más tranquilo para sus gobernantes.
Lo que también me ha sorprendido es que sólo el PSOE haya votado en contra de esta ordenanza, ya que Izquierda Unida se abstuvo, aunque su portavoz parecía estar de acuerdo con la misma.