El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Desde hace algunos años, el crecimiento de la mayor parte de las localidades de la comarca ha hecho que el avance haya venido acompañado de cierta impersonalidad, hecho que ha acabado con algunas tradiciones y que ha dejado otras bajo mínimos. Sin embargo, aún hay quienes mantienen sus señas de identidad por encima de esta situación.
En Semana Santa encontramos algunos ejemplos significativos: las procesiones siguen recorriendo las calles de San Lorenzo, inalterables al paso del tiempo, aunque hace algunos años la banda de la Junta de Cofradías vivió su mejor etapa. Es evidente que ahora tiene menos miembros, pero no lo es menos que sigue con la misma ilusión que antaño. También en Galapagar asistimos a una Semana Santa que cada vez tiene más participación, recuperando unas señas de identidad que, al margen de creencias, pertenecen al ámbito de la cultura y la tradición, por lo que ahora, más que nunca, se hacen absolutamente necesarias.