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El pacto entre PP y PdeVG convierte a Daniel Pérez en alcalde de Galapagar

A la izquierda, Daniel Pérez (PP) en el momento de tomar posesión como alcalde; a la derecha, el portavoz de la Plataforma, Luis Remacha (Foto: R. M. P.)

En sus primeras declaraciones, el REGIDOR SEñaló que el acuerdo era la “única solución posible para dar salida a la crisis”

ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tras casi tres horas de pleno, Daniel Pérez se convertía el martes, pasadas las 14.30 horas, en el nuevo alcalde de Galapagar, una vez que prosperó la moción de censura presentada por el Partido Popular y la Plataforma de Vecinos. Hasta entonces, la sesión se desarrolló entre debates estériles (el sistema de votación, la colocación de las banderas, el lugar de celebración, etc.) y el habitual enfrentamiento político, centrado especialmente en la figura de los dos ediles de PdeVG.

Tras abordarse varias cuestiones previas planteadas por los ediles de Foro Verde y CDL, José Luis Barceló y José Manuel Martín, respectivamente, el primero en intervenir fue el portavoz del PP y candidato a la Alcaldía, Daniel Pérez, que volvió a hablar de “caos y desgobierno”, para resumir la gestión de Galapagar por parte del Ejecutivo presidido por Carmen Toledano. Hizo un repaso a los mayores problemas que padece la localidad (de la seguridad a la limpieza, pasando por el precario estado de las arcas municipales, el caso Fuente Elvira o los conflictos con los trabajadores), para terminar diciendo que ahora deben ponerse “manos a la obra para reconducir la situación y llevar a Galapagar al sitio que se merece”. “Este pacto va a permitir gobernar nuestro municipio y sacarlo de la parálisis actual”, añadió
Tomó el relevo la entonces todavía regidora, Carmen Toledano (PSOE), que acusó de “deslealtad y traición” a los concejales de la Plataforma. “Mientras intentábamos alcanzar a un consenso en materia presupuestaria, ellos paralelamente llegaban a un acuerdo con el PP”, manifestó la edil, que vuelve a las filas de la oposición. “Nos vamos con los deberes cumplidos y la cabeza bien alta”, añadió, asegurando que frente al pacto de progreso que en su momento supuso el cuatripartito, ahora este acuerdo se convertía en “un pacto de regreso”. Además, Toledano mostró sus dudas acerca de la “estabilidad” del nuevo gobierno, y acabo diciendo que se va de la Alcaldía como llegó, “con un ramo de espinas de trigo, símbolo de honradez, que me regaló un vecino el mismo día de la toma de posesión y que he conservado hasta ahora”.

En la misma línea se pronunció la portavoz socialista, Carmen Andonaegui, señalando que se trataba de un “pacto contra natura”, y preguntándose por el futuro del PGOU y la subida de impuestos planteada por la Plataforma. “No podemos aceptar un presupuesto en el que se castiga a los vecinos”, explicó la concejala en referencia a la propuesta de la Plataforma, asegurando que el IBI se incrementaría en un 16 por ciento, mientras que en otras tasas e impuestos las subidas oscilarían entre el 20 y el 40. En cambio, introdujo un matiz respecto a las palabras de Carmen Toledano, ya que indicó que a su juicio no se podía hablar de “traición”, recordando para la ocasión el refrán que dice aquello de que “quien avisa no es traidor”, y dirigiéndose directamente a los ediles de PdeVG para decirles que este acuerdo les conduce al “suicidio político”.

La ruptura del pacto
Frente a las críticas, Luis Remacha, líder de la Plataforma, indicó que no eran ellos los que habían acabado con el pacto, sino que este se había ido rompiendo “poco a poco” debido a los distintos incumplimientos, a la falta de implicación de algunos integrantes del Ejecutivo y a la falta de liderazgo, además de hacer referencia a otros motivos, como la financiación de Galapajazz. “Todos sabíamos que esto no funcionaba y que estaba roto”, concluyó, añadiendo que su acuerdo con el PP se fundamentaba en la “responsabilidad”. “No somos clientes de ideologías, sino leales a los vecinos”, concluyó. A continuación, mostró su confianza en que el Plan General fuese consensuado con el PP, a partir del trabajo que ya había iniciado el cuatripartito, aseguró que los presupuestos serían austeros y anunció el impulso de distintos proyectos, como la construcción de un colegio, un tanatorio, una escuela infantil, una piscina cubierta, un aparcamiento en La Navata o el esperado segundo Centro de Salud, entre otros.

Jorge Escobar, de Activa, señaló que no creía probable alcanzar un acuerdo con el PP acerca del PGOU, y cifró la subida de impuestos en unos 300 ó 400 euros para cada familia. También se mostró crítico con la intervención del portavoz popular: “Creía que iba a venir a ilusionar a los vecinos con cosas nuevas, y sólo ha recogido todo aquello sobre lo que ha venido machacando el último año”. José Luis Barceló (Foro Verde) habló también de traición, “no sólo a sus socios de gobierno, sino a sus propios electores”. Dirigiéndose a los ediles del PP, dijo: “Han elegido unos socios pata negra, capaces de encabezar una moción de este tipo, vil y rastrera”. Propuso además la votación secreta y no nominal, iniciativa desestimada por el secretario y por el presidente de la mesa de edad, José Eduardo Ruiz. Desde el CDL, José Manuel Martín, habló del “nefasto” gobierno del cuatripartito, si bien recordó que la Plataforma había formado parte del mismo, calificando la situación como “lamentable”. “Galapagar no paga traidores, y eso se verá en su momento”, señaló, para terminar advirtiendo que el pacto “huele a reparto de poder” y que realizará aún con más celo su labor de control y fiscalización de la acción de gobierno.

Terminadas las intervenciones, llegó el momento de la votación, no exento de suspense, con el resultado de 11 votos a favor de la moción (nueve ediles del PP y dos de PdeVG) y nueve en contra (seis del PSOE, dos de Activa y uno del CDL); por su parte, Barceló se decantó por no votar.

Ya como alcalde, Daniel Pérez aseguró que este pacto “era la única solución para dar salida a la crisis”, añadiendo que contaría con todos los grupos de la oposición. También anunció que se tendrían que adoptar “medidas urgentes”, pidiendo “paciencia y comprensión a los vecinos”.