Un ‘parking’ caro, innecesario y además cerrado (Foto: ARCHIVO)
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tres años después de la publicación en el Boletín de la Comunidad de Madrid (6 de octubre de 2005) de la resolución dictada por la Alcaldía de Collado Villalba en la que se acordaba someter a información pública “el proyecto de aparcamiento subterráneo y reforma del entorno de la calle Honorio Lozano, entre las calles Real y Virgen del Pilar”.
Esta obra, supuestamente finalizada, a día de hoy continúa cerrada al público. Impregnada desde el primer momento por la improvisación y los despropósitos, ahí está el escabroso capítulo de su adjudicación a la UTE Ortiz-Cover, que aceptó el importe de licitación de la obra fijado por los técnicos municipales (19.952.586,48 euros), sin siquiera previamente un estudio geotécnico sobre el subsuelo. Tanto desatino desembocó en un coste final que, dicen, supera los 40 millones de euros, es decir el doble de lo presupuestado.
Otro tanto sucedió con el plazo fijado en el pliego de condiciones para la finalización de la obra (previsto para mayo de 2006); por eso, y después de tantos retrasos, ni siquiera el alcalde se atreve a fijar una fecha de inauguración. El hecho de que el importe del sobrecoste de la misma (reformados) tenga que ser dictaminado por el Consejo de Estado ,se ha convertido en la mejor coartada para el Ejecutivo que preside José Pablo González Durán, sobre todo a la hora de eludir las responsabilidades morales (las legales es otro tema), adquiridas con ese sector comercial afincado en la zona (los que han podido sobrevivir), que ha sufrido penurias económicas e incumplimientos tanto por parte de los políticos como de los dirigentes de CyE, que parecen dispuestos a apoyar la decisión del Ayuntamiento de vender la parcela próxima a la ITV (distante poco más de 500 metros de sus negocios) para que en ella se instale su propia competencia.
Un proyecto polémico
Desde el día de la gestación del proyecto de Honorio Lozano (22 de febrero de 2005) y más concretamente desde que el alcalde se reunió con los representantes de los grupos de la oposición para conocer su opinión al respecto, se pudo apreciar que esta obra iba a ser bastante polémica. González Durán presentó tres opciones a desarrollar en dicha avenida: una remodelación de la calle con aparcamiento en superficie; una segunda propuesta en la que se sustituía el aparcamiento en superficie por otro subterráneo y la tercera: hacer un túnel para soterrar el tráfico desde la calle Virgen del Pilar hasta Batalla de Bailén (con parking subterráneo incluido). Esta última opción fue defendida primero por el PP, que la calificó como muy buena para el municipio, “ya que el Ejecutivo ha tenido en cuenta nuestra propuesta”, dijo su portavoz, Carmen Rodríguez, y más tarde por Alberto Sánchez, concejal de ADEI “Es un calco de las propuestas que llevábamos en nuestro programa elector”, señaló entonces el edil independiente. Solamente IU, a través de Tomás Alberich, mostró su oposición al desarrollo de estos anteproyectos, alegando que “el coste de las obras podría ser disparatado”.
Apenas un año más tarde (18 de marzo de 2006), PP y ADEI ya se habían dado cuenta del error que habían cometido y, como rectificar es de sabios, se unieron a Izquierda Unida y convocaron una manifestación en Honorio Lozano a la que, pese a las inclemencias del tiempo, asistieron varios centenares de villalbinos. Posteriormente promovieron una campaña de recogida de firmas para solicitar un referéndum sobre dicho proyecto. Más de 4.000 personas lo respaldaron y sus firmas fueron entregadas en el registro municipal. Tampoco esto hizo cambiar de idea al Ejecutivo, postura que justificó en el hecho de que muchas de las personas que habían firmado el manifiesto no residían en nuestra ciudad y que, además, había firmas duplicadas. Incluso José Pablo González llegó a decir (sesión plenaria celebrada el 13 de abril de 2007): “Estamos orgullosos de la obra que se está haciendo, de proporcionar a la ciudad una infraestructura de aparcamiento necesaria y de dotar a la misma de una gran calidad sobre todo en los elementos a cota cero”.
Despilfarro
Desde luego, no se escatimó ni un euro a la hora de adquirir los elementos decorativos (algunos de ellos bastante horteras) para dichas calles. Jardineras de cemento de más de 1.000 euros unidad; esculturas como Vigía del Collado de 30.000 euros; farolas de última generación con precios prohibitivos; una fuente luminosa que ha cuadriplicado el precio de la que figuraba en el proyecto inicial; pasos de peatones luminosos cuyas obras de cimentación y canalización ascendieron a más de 20.000 euros, además de otros caprichos que se sumaron a este desmadre. “Aún anda por ahí una factura por importe de 370.876,85 euros (más de 60 millones de las antiguas pesetas), presentada en el Ayuntamiento el pasado 3 de abril, que corresponde a una serie de encargos realizados una vez finalizadas las obras en concepto de trabajos extras no contemplados ni en el proyecto original, ni el el proyecto modificado ni tampoco en el complementario. Es decir, que no tienen nada que ver con los 40 millones ya facturados y que el Consistorio local deberá abonar, según Juan José Morales, responsable del área de Urbanismo, de la siguiente forma: 6 millones a la entrega de llaves y 1,3 de canon anual durante 40 años, cifras que no coinciden con las que maneja la portavoz del PP, Carmen Rodríguez , que a estas cifras ha añadido un tercio de los modificados (14 millones de euros) que tendrá que pagar la tesorería municipal en tres anualidades. “Y a todo este derroche, nos decía un ex concejal socialista villalbino, hemos de añadir las cantidades que el Ayuntamiento ha dejado de percibir al no aplicar las sanciones que según el pliego de condiciones podía imponer a la UTE Ortiz-Cover por incumplimiento del plazo de ejecución de la obra, por no facilitar la circulación de vehículos y personas por la zona durante la obra, por no guardar las medidas de seguridad establecidas, por tala de árboles no autorizada previamente, por tener cerrada durante gran parte de la obra la oficina de información y, sobre todo, por no aplicar la tasa de 4,40 euros/metro cuadrado/mes a la UTE por superar en más 20.000 metros la superficie permitida para el depósito de escombros”