Juan A. Siro cortó una oreja (Foto: Álvaro Blanco)
Feria Taurina de Galapagar
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
La feria de novilladas de Galapagar tuvo unos resultados más flojos que en otras ediciones. El ganado no terminó de embestir y los toreros, en algunos casos, no han redondeado sus faenas y han perdido varios triunfos por la espada. En el apartado ganadero, destacar el buen juego de dos utreros de Adolfo Martín y la excelente novillada sin caballos lidiada por la divisa de Montealto, que suma y sigue. En cuanto a los toreros, hay que mencionar a Miguel Tendero, Mario Aguilar y Javier Cortés. Aunque el nivel ha sido medio, ha habido cosas positivas. La mejor noticia es la buena asistencia de público a la plaza.
El abono dio comienzo el jueves 11, con la novillada de promoción, donde se lidió una excelente novillada de Montealto. El triunfador fue Sergio Blanco, de la Escuela de Madrid, que se impuso a sus compañeros y mostró sus cualidades para funcionar en un futuro. También brillaron las maneras de Francisco Martín, un joven que quiere interpretar un toreo artista y que en Galapagar dejó su buen corte.
El viernes 12 se lidió una novillada de Hermanos Pérez Villena, con cuajo y demasiado cómoda de cabezas. El lote dio poco juego y se paró. Julián Simón y El Payo se marcharon de vacío, al tener pocas opciones de triunfo. Carlos Guzmán consiguió cortar una oreja de cada uno de sus novillos, tras dos faenas voluntariosas.
La ganadería de Adolfo Martín lidió dos buenos utreros el sábado 13, dentro de un conjunto desigual y terciado. El primero fue un novillo excelente, al que Daniel Martín no consiguió cogerle el aire. Tampoco aprovechó las cualidades del cuarto, otro de los buenos utreros del ganadero local, con el que el novillero no pasó de discreto. Dio una vuelta al ruedo en su primero.
Miguel Tendero pechó con un lote deslucido, pero aún así evidenció que es capaz de salir a flote y estar muy por encima de lo que lleven dentro sus oponentes.
También arrancó una oreja Juan Carlos Rey de un utrero con temple pero sosito. El de Colmenar Viejo tuvo buenos pasajes y, con sus lógicas carencias de oficio, demostró que hay que contar con él.
La feria se cerró el domingo 14 con la clásica novillada de Baltasar Ibán, con cuajo y remate, pero excesivamente roma de pitones. Los ibanes se dejaron, pero muy lejos de que aquellas notables novilladas que esta divisa lidiaba hace años. Es una desgracia el momento que atraviesa.
Lo mejor de la tarde lo realizaron Javier Cortés y Mario Aguilar. El primero cortó una oreja a cada novillo, que pudieron ser más si hubiese estado fino con el acero. Destacó la faena a su primero. Mario Aguilar volvió a estar notable, pero falló a espadas y todo quedó en una oreja.
El peor lote fue para Juan Antonio Siro, que no tuvo suerte en el sorteo. Su ambición y afán de triunfo fue suficiente para arrancarle un apéndice al cuarto.