Torrelodones

La CHT investiga un nuevo vertido fecal en El Pardo

Paola F. López | Miércoles 22 de octubre de 2014
El arroyo Trofas, el principal cauce que alimenta El Pardo, está padeciendo desde casi dos semanas el vertido de miles de litros diarios de aguas fecales. El volumen de contaminación es tan desproporcionado que la fauna acuática no sólo ha desaparecido completamente en los alrededores del vertido, junto a la valla de El Pardo, sino que las colonias de galápago leproso que habitaban en el interior de este parque se han extinguido en la última semana.



En busca del culpable
La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ha abierto un nuevo expediente sobre este asunto y lo ha comunicado al Ayuntamiento. Mientras tanto, se está investigando si la reciente inauguración de una residencia de mayores en la zona de Los Peñascales pudiera tener alguna relación con este nuevo vertido. Cabe determinar si dicho centro, que se ha puesto en funcionamiento hace escasas semanas en la finca de La Granja, tiene sus colectores conectados a la red que discurre por el arroyo Trofas hacia la depuradora de Las Matas o directamente al aliviadero. En cualquier caso, la Confederación Hidrográfica del Tajo tendrá ahora que establecer con exactitud qué vivienda o instalaciones de otro tipo han podido conectar su desagüe de aguas negras a lo que fue concebido como un aliviadero de la red de saneamiento para casos de aporte excesivo de agua.

El Monte de El Pardo, considerada una de las mayores reservas naturales de Madrid, tiene en este arroyo el segundo mayor aporte, tras el río Manzanares, con una extraordinaria importancia para la vegetación y la fauna del entorno. Sus aguas, aunque estacionales, nutren una gran extensión de lo que es también Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares; primero lo cruzan de norte a sur y, tras un cambio de valle, de oeste a este.

El grave problema de la contaminación de las aguas de El Pardo comenzó en los años 70 y ha ido creciendo paulatinamente con el aumento de los núcleos residenciales en los municipios que lo bordean por el norte y noroeste. Este aporte continuo de aguas contaminadas ha pasado por diferentes periodos, según el crecimiento de las poblaciones limítrofes y la puesta en marcha de nuevas depuradoras. A pesar de la creación de estas instalaciones depuradoras de aguas en la mayoría de los municipios, el castigado arroyo Trofas recibe, además de esta contaminación desde Torrelodones, otras aguas negras procedentes Las Rozas y Majadahonda.
“En épocas de lluvias escasas, como los últimos años, el caudal se mantiene con aguas fecales que terminan por afectar también a los grandes mamíferos”, se lamenta un guarda de este emblemático espacio natural.