El parque de Las Bombas, o el mercadillo del trapicheo (Foto: RICARDO MIGUEL PEÑA)
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
Los últimos datos facilitados por la Delegación del Gobierno de Madrid vuelven a decir más o menos lo mismo de siempre: “El número de delitos denunciados sigue bajando”, mientras los ciudadanos hablan de un repunte de los delitos contra la propiedad y el tráfico de droga. Los vecinos de Collado Villalba, afectados en los últimos meses por las actuaciones protagonizadas por los amigos de lo ajeno, están más de acuerdo con el pronunciamiento de la gente que con las estadísticas gubernativas, generalmente bastante maquilladas. En nuestra ciudad, los robos con intimidación se producen casi a diario en viviendas, chalets y comercios. Los pequeños negocios se han convertido en objetivos prioritarios para unos delincuentes bastante profesionalizados que saben perfectamente las facilidades que van a encontrar después de dar el golpe para poder abandonar un municipio dotado de muchas vías de salida y rápido acceso a la capital. La presencia de la Guardia Civil en la vía pública, los controles que realiza a las entradas y salidas de la ciudad no son secundadas por la Policía Local, sobre todo por ese medio centenar de agentes de la BESCAM cuya misión, según la Comunidad de Madrid, es velar por la seguridad de los ciudadanos, labor en la que no destacan precisamente, tal vez por tener encomendadas otras misiones. “Si es verdad que aquí tenemos una plantilla de 100 agentes, que me diga alguien dónde están metidos”, comenta un jubilado. Al respecto, un comerciante del P-29 también se queja de la ausencia de las patrullas policiales en esta zona: “Gracias a la Guardia Civil, los chorizos no entran a saco en nuestros negocios, situados en una zona donde hay cientos de talleres, tiendas, bares, supermercados... La Policía viene de vez en cuando, se da un paseo en coche y se marcha sin hablar con nadie”.
También sorprende a los vecinos que a cualquier hora del día se vea estacionados en la calle Real (frente al cuartelillo de este cuerpo), media docena de coches o comprobar uno y otro día la ausencia de patrullas en coche o a pie por las calles de una ciudad cuya población supera los 60.000 habitantes.
Pero el problema no termina aquí. A sólo dos minutos de la céntrica calle Real, no muy lejos de la flamante avenida de Honorio Lozano y a menos de 500 metros de la sede de la Policía Local, está la plaza de Las Bombas, un parque convertido junto a la zona de la Estación (en las inmediaciones de las vías de Renfe) en el mayor foco de tráfico de drogas de nuestro municipio. Apenas cae la noche los camellos se empiezan a dejar ver por los aledaños de esta farándula clandestina: unos venden sólo hachís, otros van más lejos y ofrecen a sus clientes sustancias más fuertes como cocaína, heroína y pastillas de éxtasis (mercado que cobra mayor protagonismo los fines de semana al extender su actividad a las inmediaciones de los bares de copas). Sus jóvenes clientes, algunos no superan los 16 años, adquieren la droga con suma facilidad en estos mercadillos que al parecer todo el mundo conoce y sólo algunos vecinos denuncian de vez en cuando en los medios, “porque no voy a perder varias horas en el cuartel para nada”. Alguna vez se deja ver algún coche de la Benemérita por el Parque de Las Bombas, pero no es fácil ver cacheos o agentes identificando a vendedores y consumidores. Un comerciantes de la calle La Venta nos comenta: “¿Acaso sólo se han hecho policías por el sueldo o para poner multas a los vecinos por mal aparcamiento?”.
No obstante, también debemos reconocer que no toda la culpa de este grave problema social que empieza a preocupar seriamente a los villalbinos se lo podemos echar a la Policía o a la Guardia Civil. Es culpa de todos, pero especialmente de aquellos padres por no imponen una disciplina y un control sobre la actividad diaria de sus hijos; de los propios ayuntamientos por no invertir más dinero en servicios sociales para así controlar a los jóvenes. Y también del Gobierno por no endurecer las leyes que permitan a los jueces poner a buen recaudo a los traficantes de droga que se lucran económicamente aún sabiendo que con ello ponen en peligro la salud de nuestros jóvenes.
Críticas a la postura de CyE sobre el centro comercial
“Después de leer la información publicada en otro periódico local, mi indignación es tal que me veo obligado a desahogar mi impotencia escribiendo estas líneas. El motivo de mi cabreo tiene su origen en la noticia donde dice que CyE es favorable a la venta de los terrenos próximos a la ITV, donde irá un macrocentro comercial, que desde mi punto de vista llevará a la ruina al pequeño comercio de la localidad. Por otro lado, no me extraña, porque su presidente no es comerciante, sino aparejador, y seguro que ya se está frotando las manos con los futuros proyectos que allí se realizarán, aunque sea a cambio del hundimiento de aquellos que supuestamente defiende. Y su Junta Directiva, ¿qué opina? ¿hay algún comerciante de verdad entre ellos? Ni el presidente podía llegar tan alto, ni CyE caer tan bajo. También me ha llamado mucho la atención el silencio que rodea a la nueva asociación ADEC, constituida para defender a los comerciantes porque decían que CyE era una prolongación del Ayuntamiento (y algo de verdad hay, porque hasta su secretaria iba en las listas del PSOE en las pasadas elecciones), e iban a ser ellos los que se partieran el pecho por el pequeño comercio, pero ante la gran amenaza que supone este nuevo centro comercial, ¿qué han hecho? ¿qué piensan hacer?. Ha sido presentarse en el Ayuntamiento, hablar con el alcalde y padecer el mismo síndrome que CyE: es decir, el acomodamiento.
Seguro que unos (ADEC) porque no saben y otros (CyE) porque saben demasiado, los que vamos a pagar los platos rotos seremos los de siempre. En fin, termino con el mismo cabreo con el que empecé y sabiendo que la venta de los terrenos próximos a la ITV al único que va a beneficiar es al Ayuntamiento. Fuera el presidente de CyE y fuera la directiva al completo. En cuanto a ADEC, que se ponga las pilas.
F. AYUSO
Collado Villalba