Arancha Ortega | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Las obras atentarán contra la salud de los ciudadanos debido a que se producirán grandes emanaciones de gas radón al excavar”. Según explica Gabriel Martínez, técnico durante más de 11 años en el Ayuntamiento de Collado Villalba, “uno de los grandes problemas de excavación en esta zona es este tipo de gas, que se encuentra en el subsuelo porque la roca respira”.
El radón es un gas radiactivo que no tiene color ni olor y que proviene de la descomposición natural del uranio, un elemento que se encuentra en casi todos los tipos de suelo, incluso en la roca y el agua. Su peligrosidad aumenta cuando se encuentra concentrado en las viviendas, ya que se considera el carcinógeno ambiental más importante. Se recomienda una ventilación constante del hogar para que el gas desaparezca.
Informe geotécnico
Por otra parte, Martínez indicó sentirse extrañado porque “el alcalde no ha hecho público un estudio geotécnico realizado en esta calle, por el cual y mediante perforaciones se define cuál es la dureza y composición del subsuelo”. Prueba de la dureza del suelo es que hace tiempo, “cuando se soterró una línea eléctrica de 60 kilovatios, desde la zona de la biblioteca hasta la calle de Correos, tardaron más de dos años en hacer una zanja de 1,20 de profundidad”, aseguró.
Gabriel Martínez ha realizado un estudio sobre algunas soluciones alternativas para esta zona, indicando que se podría construir una zona de aparcamiento en batería, creándose más de 900 plazas, acortando el bulevar central y manteniendo la fisonomía actual de las calles.
Finalmente el técnico dijo que a su juicio otra de las causas por las que se acomete esta obra es por la necesidad de proporcionar aparcamiento al Bingo, ya que “no tiene suficientes plazas para ajustarse a la Ley del Juego, que establece un número determinado de plazas en propiedad o alquiladas. Y si la reforma la hacen en superficie no tiene ningún sentido porque no se pueden alquilar”, concluyó.