“La Sierra tiene mucho público para el jazz”

Volker. F. Nütggen
Alemán de nacimiento, lleva viviendo en San Lorenzo desde hace más de una década. Es socio del 28200 Jazz Club desde hace 12 años y actualmente se encarga de la tesorería y del área de comunicación. Su otra gran afición es el deporte.


En 1992 nació el 28200 Jazz Club de San Lorenzo de El Escorial, un foro que se mantuvo activo durante 13 años hasta que en octubre del año pasado una de las fundadoras, Mónica, dejó la localidad. Se abrió entonces una sequía de seis meses que ha terminado ahora con la reentré de este veterano club, que el pasado viernes llenó uno de los salones del hotel Victoria Palace con motivo del concierto de Jimmy Ponder Trío. La próxima cita será con Ben Besiakov / Ole Jakob Histad Group, el viernes 21 de abril.
¿Cómo se pone en marcha esta nueva etapa de conciertos?
Una de las fundadoras se encargaba en los últimos años de todo el trabajo, consiguiendo que hubiera todos los meses un concierto, y de muy buena calidad desde el punto de vista de los que somos amigos del jazz. Yo apenas voy a los festivales de verano que se hacen en la Sierra. Nuestros conciertos no son para estar de fiesta, o para estar bailando, o como son hoy en día los conciertos de pop, que hay mucho jaleo… te lo pasas bien, pero es otra cosa.
¿Cuál es ahora la estructura del 28200 Jazz Club?
Después de que se fuese Mónica, nos reunimos varias veces y decidimos seguir con ello; me convencieron para que me hiciera cargo de la parte de la tesorería y la comunicación, otra chica se ocupa de los músicos y del alojamiento, y luego está nuestro presidente, Ángel de Benito, al que nunca le he visto tan ocupado.
¿Cuántos socios tenéis en este momento?
Ahora somos 30, aunque espero que lleguemos a 40, y algunos optimistas dicen que pronto seremos 50.

En el concierto del pasado viernes hubo lleno total, más de 100 personas. ¿Esperabais esa respuesta tan positiva?
Lo del viernes fue increíble. Los propios socios llegaron y no encontraban sitio. Pero ese problema ha sido en realidad una gran alegría para todos. Había mucha gente desconocida para nosotros, pero amantes del jazz, y eso es lo importante, porque la Sierra tiene mucho público para el jazz. Tenemos que ser una alternativa a los grandes festivales. No estoy en contra de ellos; de hecho, ojalá que haya muchos festivales así, porque eso acerca el jazz a la gente joven, y luego quien quiera disfrutar íntimamente de esa música puede venir a los sitios pequeños como el nuestro. Debemos ser un referente durante todo el año. Queremos estar al nivel del Café Central de Madrid.
¿Cómo se financia el Club de Jazz?
A través de las cuotas mensuales que pagan los socios. De ese modo siempre sabemos seguro el dinero que tenemos para negociar con los artistas. Y te puedo asegurar, no sé por qué, que los músicos que vienen aquí lo hacen cobrando mucho menos que en el Café Central.
¿Ya tenéis definida la programación de los próximos meses?
Hasta junio sí, y luego en julio y agosto haremos nuestros conciertos de verano, al aire libre. Estará Horacio Icasto, que es de lo mejor que hay en España, y pronto también actuará nuestro Federico Lechner, que también es un gran músico. De todas formas, el jazz no tiene por qué basarse las figuras. A mí me importa el género. Me gustan los conciertos en los que casi puedes tocar los instrumentos.