Toros

Gran éxito en la novillada concurso de Guadarrama

Imagen del novillo premiado de “El Pilar” (Foto: ÁLVARO BLANCO)
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
La novena edición de la novillada concurso de ganaderías de Guadarrama, que se celebró el domingo 17 de agosto, resultó un buen espectáculo. Un éxito, con una organización perfecta de su Ayuntamiento y con cosas realmente brillantes que hicieron las delicias de los exigentes aficionados que se sentaron en los tendidos. El festejo fue además goyesco, lo que al final fue un aliciente más.

El premio al novillo más bravo fue para un ejemplar de la vacada salmantina de “El Pilar”, de nombre Liebredoto, de mucha romana y ofensivo por delante, que ofreció un gran juego: recibió tres fuertes puyazos empujando bajo el peto, resultó bravo en los tres tercios y con mucha clase, alegría, fijeza y gran profundidad en sus embestidas, haciéndolo todo muy por abajo.

Pero ese no fue el único novillo destacado de este interesante festejo, ya que el serio astado de Celestino Cuadri fue otro gran utrero que también optó a premios; así como el de Cebada Gago, que dio un gran juego. No podemos olvidar tampoco el espectacular tercio de varas del novillo de Adolfo Martín, recibiendo cuatro grandes puyazos de largo, aunque en el último tercio se vino abajo.

Fue un espectáculo muy brillante donde los seis novillos tomaron 19 puyazos en total desde una distancia considerable y, exceptuando el de Torrealta, todos empleándose y empujando de verdad.

El mexicano Mario Aguilar tuvo fases muy buenas con un precioso novillo de Cebada fuertemente castigado en varas. Le toreó con mucho temple y aplomo en una faena de mucho valor. Cuando el utrero fue a menos se pegó un gran arrimón entre los pitones. Pudo cortar un trofeo, pero lo estropeo con el acero.

El novillo vencedor de “El Pilar” hizo cosas extraordinarias ya de salida y apuntó lo que luego fue. Tras emplearse de verdad en el caballo, Aguilar le hizo un gran quite por chicuelinas. El comienzo de faena fue espectacular, con cuatro pases cambiados por la espalda con el novillero atornillado de plantas y el novillo embistiendo como una locomotora. Las cuatro series dando sitio y distancia fueron excelentes y Aguilar toreó con desmayo, sentimiento y con gran temple, cebando mucho al novillo desde el embroque. El único fallo del novillero fue ponerse muy encima de su oponente, ya que Liebredoto, como animal bravo que era, pedía su distancia. Tenía las dos orejas cortadas, pero un pinchazo dejó el premio en un único apéndice.

Julio Parejo decepcionó en Guadarrama y fue un novillero lejos de su triunfo el pasado año en Las Ventas. El novillo de Cuadri se empleó en tres fuertes puyazos, pero a pesar de ello llegó a la muleta embistiendo muy bien por el lado derecho, aunque sin romper del todo. El novillero le paso sobre ambas manos sin convicción. Por volumen y seriedad era un novillo que hubiera valido para toro en Madrid el próximo año.

El ejemplar de Adolfo Martín hizo cosas espectaculares hasta el tercio de banderillas, pero luego se negó a seguir los engaños y se paró de forma drástica. Parejo no se dio coba.

Juan Manuel Jiménez sorteó el único novillo terciado de la novillada con el hierro de Torrealta. Fue muy manso en varas y protestón y con genio en el último tercio. Jiménez estuvo muy bien y con paciencia le fue poco a poco metiendo en la canasta hasta levantar una faena de mucho mérito. Hubo fases sobre la mano derecha muy ligadas y templadas y tras un contundente espadazo paseó una oreja de peso.

El sexto fue un novillo muy fuerte de Fuente Ymbro que apretó en el caballo sin clase y que sacó pies y temperamento en el tercio final, pero sin terminar de entregarse. Jiménez quiso siempre y algunas cosas le salieron mejor que otras, pero dejando patente sus ganas. Eso sí, con la espada dio un mitin y pinchó.