Los aullidos de Lobo Cojo

“Hay que ver la mala pata que tienen algunos de nuestros gobernantes. JP se fue a disfrutar sus vacaciones navideñas a los Pirineos y volvió con una pierna en cabestrillo (por lo visto nuestro alcalde es mucho más hábil en el ejercicio de la política que en la práctica del esquí), y ayer me enteré que el primer teniente de alcalde, Juan Concepción, optó por pasar unos días de descanso en Grecia, de donde ha retornado con un tobillo escayolado y apoyándose en unas muletas. Las malas lenguas dicen que el edil villalbino se produjo esta lesión bailando el sirtaki, una danza popular griega que empieza lentamente pero poco a poco va aumentando el ritmo hasta terminar a toda ostia, dice Lobo Cojo. Bien, al margen de la mala suerte y los cuchicheos de rigor -cada uno es muy libre de pensar lo que quiera-, yo creo que con la que está cayendo en nuestro país, con la crisis económica agravándose día a día, con dos millones y medio de parados, con el Ejecutivo de Zapatero pidiendo austeridad en el gasto a sus compañeros socialistas, no es de recibo que JP inverne en una estación pirenaíca o veranee en un hotel de tropecientas estrellas (por decir algo, aunque no sería la primera vez). Ni tampoco creo que resulte muy gratificante para esas muchas familias villalbinas que sólo cuentan con el subsidio de desempleo (ver las colas que se forman a diario en el INEM de nuestra ciudad), saber que el primer teniente de alcalde se permite el lujo de pasar parte del mes de agosto a orillas del mar Egeo. Y conste que esto lo digo sin acritud; sólo por sentido común”.