El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Este fin de semana se celebra el Congreso Regional del PSM, que debería suponer un punto de inflexión en la trayectoria del socialismo madrileño si no quiere seguir dando tumbos, incapaz de hacer sombra a un Partido Popular que en los últimos años ha logrado triunfos cada vez más incontestables. Tomás Gómez tiene todos los números para revalidar su cargo como secretario general, para lo que se ha afanado en las últimas semanas en contentar a unos y otros, desgranando nombres de su equipo, hasta el punto de que las opciones del sector crítico han ido arrinconándose cada vez más, en buena medida gracias también al apoyo de Ferraz a la candidatura que encabeza el alcalde de Parla. Sin embargo, la papeleta que tiene ante sí no es ni mucho menos fácil, puesto que todavía debe cerrar algunos flecos para asegurarse que todo marcha como la seda. Y más allá del cónclave de este fin de semana, el PSM tiene ante sí la difícil tarea de superar ciertas contradicciones: educación y sanidad (y en esto Collado Villalba es un ejemplo perfecto, con la universidad privada a distancia y el futuro hospital) son dos de ellas, y precisamente las que han centrado el debate en las últimas semanas. Servicios públicos sí, pero sin demonizar otras opciones, vienen a decir desde el equipo de Tomás Gómez, quizá sin calcular el coste que ese presunto acercamiento a sectores de centro puede tener en el lado situado más a la izquierda de los simpatizantes y votantes socialistas. En todo caso, el movimiento es parecido al seguido por el PSOE a nivel nacional en otros temas -el último de ellos relacionado con la inmigración-, por lo que estamos ante un momento crucial para fijar las posiciones y definir ideas y proyectos por encima de los nombres. En cuanto a estos, y en lo que tiene que ver con la Sierra, el secretario general del PSM ha adelantado que contará con la alcaldesa de Galapagar, Carmen Toledano, mientras que todavía no hay confirmación de lo que pasará con el regidor de Villalba, José Pablo González, que durante tiempo sonó como posible candidato a encabezar una lista alternativa y al que luego Gómez ofreció incorporarse a su equipo. Esta es una de las grandes incógnitas que presenta el Congreso Regional, pero más allá de unas u otras caras (en una Ejecutiva que en cualquier caso será muy amplia y estará tutelada por la dirección nacional), el socialismo madrileño tiene muchos deberes por hacer para ser de nuevo una opción clara de gobierno.