Collado Villalba

Facturas y complementos en la obra de Honorio Lozano

Imagen de la calle Batalla de Bailén tras las obras (Foto: ARCHIVO)
Arancha Ortega | Miércoles 22 de octubre de 2014
La noticia saltó cuando en el último pleno ordinario celebrado en el Ayuntamiento de Collado Villalba, la portavoz del Partido Popular, Carmen Rodríguez, hizo públicas unas cantidades que la empresa concesionaria de las obras de Honorio Lozano y Batalla de Bailén reclamaba al Consistorio en diversos conceptos y que no se encontraban en el proyecto original ni en el complementario, que han supuesto un coste de más de 40 millones de euros.

En dicha factura, la concesionaria solicita el pago de diversos trabajos como la canalización y cimentación de semáforos en la plaza de España por 27.500 euros, la señalización de pasos de peatones, pintar la fuente, colocación de pequeñas zonas ajardinadas, la urbanización de más metros en este eje por valor de 155.000 euros, la pintura azul en la plaza de los minusválidos, o embellecedores en las puertas de los ascensores “imprescindibles para el uso de los mismos”. Unos conceptos que suponen en total más de 370.000 euros.

Se trata de unos trabajos que la empresa asegura que “no se encuentran contemplados en el proyecto original, ni en el modificado, ni en el complementario”. Algo sorprendente, ya que la actuación prevista inicialmente ha sido revisada en dos ocasiones, lo que provocó el modificado y el complementario, hasta elevar el presupuesto a 40 millones de euros, lo que ha hecho que dichas obras se tengan que someter al dictamen del Consejo de Estado.

El concejal de Urbanismo, Juan José Morales, explicó en el pleno que no se iban a abonar dichas cantidades, excepto las subvenciones por permitir que los vecinos de la zona pudiesen aparcar en el parking de la biblioteca en el transcurso de los trabajos, al igual que los usuarios del bingo de esta calle.

Ahora cabe preguntarse por qué los técnicos no reflejaron la necesidad de colocar semáforos, señalizar los pasos de peatones o incluso la propia pintura azul de las plazas de los minusválidos.

Una cuestión de fondo que a todas luces resulta imprescindible para valorar el por qué de dicho incremento en esta obra.