INTERINO
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“La reducción de ingresos por parte de los ayuntamientos está poniendo en peligro la supervivencia de las haciendas locales. Obviamente, de esta grave situación tampoco se libra el Consistorio villalbino, de ahí la supuesta intención por parte de JP de empezar a tomar medidas para reducir los gastos en la Casa Grande, dice Lobo Cojo. Así, el pasado martes comunicó a los ediles asistentes a la tradicional comida que celebra la Corporación municipal en honor de Santiago Apóstol que este año el importe de la misma se pagaba a escote, o sea que cada uno tenía que sufragar su propio menú. Bien, si esto va a suponer que a partir de ahora el Ayuntamiento va a emprender las acciones necesarias para recortar la millonaria partida de gastos que aparece en su presupuesto, bienvenido sea, pero si (como me temo) con ese gesto JP sólo pretendía hacer un brindis al sol o protagonizar otro de sus habituales actos populistas, habrá que empezar a preocuparse muy seriamente dada la precariedad en la que se encuentra la tesorería municipal. La contención del gasto sólo se consigue apretándose el cinturón todos, administradores y administrados, y no como ha venido sucediendo en estos tiempos de vacas gordas, donde los primeros se han limitado a defender a capa y espada su flamante estado de bienestar (coches oficiales, tarjetas de crédito, salarios millonarios, asesores, cargos de confianza, etc.), mientras los otros, es decir los que sólo cuentan a la hora de pagar los impuestos, continúan pasándolas más putas que Caín. Y eso no es justo”.