Emys orbicularis
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Estaba acostumbrado a que, al llegar julio, desde la charca se escuchasen las notas del Festival de Jazz, aunque este año, como los conciertos han sido en el velódromo cubierto, el sonido ha llegado mucho más amortiguado. Y como ando duro de oído, me tuve que ir hasta allí para ver a Earth, Wind & Fire. Es decir, Tierra, Aire y Fuego, tres de los cuatro elementos. El cuarto, el Agua, dicen que se lo ha quedado en exclusiva el cuatripartito para definir su situación. Es decir, que se ha abierto una vía que ni el Titanic en sus mejores tiempos. Pero del barco no sale nadie, que no se diga que no son valientes los muchachos, siguiendo al comandante (o comandanta, que diría la ministra Bibi Aído). Por cierto, que la jefa (¿o el jefe es otro?) estuvo el jueves en la jornada inaugural, pero luego decidió hacer mutis por el foro, síntoma de que a lo mejor no todo es tan idílico ni tan maravilloso como desde el Equipo de Gobierno quieren hacer creer. Suerte también que el velódromo ya está cubierto, porque de lo contrario me temo que hasta el escenario habrían llegado los olores de las podas en descomposición, abandonadas a su suerte mientras el Punto Limpio se cierra los vecinos a la espera de que los que mandan se dejen de historias y se pongan a resolver un problema que ya pasa de castaño oscuro. Y entre tanto, parece que en el cuatripartito están animados a practicar el juego de la silla. Ya saben: 11 personas y sólo 10 butacas. Suena la música (más bien una melodía circense). ¡Stop! Alguien se queda fuera, claro, así es el juego. Ay, si es que son como niños...