Editorial

Después de ‘Galapajazz’

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El pasado sábado terminó la novena edición del Festival de Jazz de Galapagar, Galapajazz 2008, que se ha cerrado con discretos resultados en lo artístico y cifras manifiestamente mejorables en cuanto a asistencia de público (unas 3.000 personas entre los tres días del ciclo, muchas de ellas con invitación). En primer lugar, cabe preguntarse si es necesario contar con un director artístico ajeno al Ayuntamiento para una programación sin ninguna novedad, pero si hay algo que haya provocado críticas es la financiación. Ya nos hicimos eco hace dos semanas de las críticas de la Plataforma de Vecinos de Galapagar (PdeVG), grupo que cuestionó que se hubieran traspasado 80.000 euros de partidas de Educación para poner en marcha el festival, pero en sus declaraciones hay un alto componente de “tirar la piedra y esconder la mano”. Es decir, que de poco vale mostrarse en contra si previamente (en octubre de 2007) se ha dado el visto bueno y si luego esa postura no se traduce en otro tipo de actuaciones. Se trata de coherencia, y no de mirar hacia otro lado una vez que los hechos se han consumado. Desde la Plataforma hablaban de falta de ética, y ¿si es así, por qué contribuir con la pasividad a que se prolongue esa actitud?. En todo caso, no es el primer caso, ni será el último, de diferencias que sólo se expresan de cara a la galería, para intentar salvar la cara ante sus propios votantes.

Cierto es que el presupuesto de Galapajazz ha sido inferior al de anteriores ediciones, pero otra cosa es hablar de su coste real, para lo que habrá que esperar a los ingresos de taquilla, sin olvidar que para la celebración de este evento se han detraído dos partidas del área de Educación (una de ellas sobre becas para niños sobre 0 a 3 años), precisamente en un momento en que cualquier ayuda para las familias debe ser bienvenida. A todo ello hay que unir la existencia de un informe de Intervención advirtiendo de problemas administrativos en cuanto a la contratación, algo por lo que el Partido Popular llegó a hablar de un posible caso de prevaricación, redondeando un festival que aún dará mucho que hablar -por temas extramusicales- después de su celebración.