Agencias | Miércoles 22 de octubre de 2014
En su reunión de hoy con el grupo de los ocho, las dos potencias asiáticas han reconocido que no están en dispuestas a asumir los compromisos de los países ricos de recortar a la mitad los gases para 2050.
Ayer los dirigentes del G-8 anunciaron que iban a poner todos los medios a su alcance para ser más verdes y llamaron a los emergentes a "cooperar" y "esforzarse" para adherirse al objetivo de recortar al 50% la emisión de gases contaminantes. Los países ricos les ofrecieron tecnología y fondos para que se sumasen a esta iniciativa. Sin embargo, China e India, dos de las potencias más contaminantes del planeta y las mayores representantes de las economías emergentes, han negado adherirse a la promesa de los ocho.
China ha defendido su postura argumentando ser un país que "está en un proceso de industrialización y modernización" donde la calidad de vida general todavía "no es alta" y por eso necesita desarrollarse y mejorar, dijo el presidente chino, Hu Jintao. George W. Bush en su discurso ha considerado que la cumbre ha logrado "procesos significativos" contra el calentamiento global. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, también se ha referido a un "notable progreso" tras el encuentro en Japón.
Ya que el respaldo de las economías emergentes era un impulso clave para el éxito de este acuerdo, diversas ONG no tardaron en criticar por entender que "está vacío".