Alfredo Fernández
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
No tengo el placer de conocer a doña Julia Ramos que en el pasado número de El Faro del Guadarrama hacía una denuncia en el foro haciendo un balance de lo que fueron las fiestas de San Antonio de Collado Villalba.
No puedo estar de acuerdo con ella, por declarar abiertamente su “fobia” hacia la fiesta de los toros. Yo soy un defensor de la misma, y esta señora no comprende este arte sin igual .
Quizá algún día tenga el gusto de explicarle que los que amamos la Fiesta no queremos el maltrato al toro. Sí la emoción cuando un diestro es capaz de crear arte toreando o cuando un toro, por su bravura, es capaz de transmitirnos emociones que no se encuentran en otro espectáculo.
Pero, por otro lado, tengo que alabar su valentía y el gesto de descubrir lo que algunos llevamos años diciendo y pregonando. Otros lo piensan pero no tienen las agallas a decirlo y lo obvian. Ramos indicaba lo siguiente: “¿Qué pasa con Tomás Entero? Si se lo consienten y se lo lleva crudo, pues a seguir. ¿Tanto gasto para tan pocos...?. También tiene palabras para el regidor villalbino por irse a ver a José Tomás y no estar en la corrida de toros que se programaba: ¿Por qué no está en nuestras fiestas y sí en otros eventos que se dan a la misma hora?. Muchos son los que tienen que comenzar a decir las cosas así de claras. Se nota que Julia Ramos ve el asunto sin intereses y comenta la evidencia real que todos conocemos. La culpa, como bien dice, es de los que consienten esto.
Los mismos que un año más le han concedido la feria de Santiago sin competencia, que ya lleva sin salir a concurso desde el lejano 1999. ¿Es o no Tomás Entero el empresario vitalicio de Villalba? En ningún sitio ocurre esto. Muchos prefieren mirar para otro lado y nadie dice la brutal subvención municipal que cada año ha ido incrementándose.
Nadie se atreve a hablar. La táctica radica en tener contenta a la gente. Todos los que se lucran directa o indirectamente de este empresario optan por el silencio. Los aficionadillos los amordazan con un pase de favor.
Los políticos, contentos por hacerles importantes y salir en las fotos. Algún día todo explotará en sus manos.