La nueva clínica ginecológica estará situada en la calle Camino del Berrocal (Foto: ARCHIVO)
Redacción | Miércoles 22 de octubre de 2014
La próxima apertura de una clínica ginecológica en la calle Camino del Berrocal ha suscitado el malestar de un grupo de vecinos, que en las últimas semanas han buzoneado sus protestas en esta zona a través de pequeños escritos, han recogido más de 3.000 firmas e incluso ayer se manifestaron en la sesión plenaria, ya que consideran que este centro será un lugar donde se realizarán abortos.
Esta clínica, que cuenta con autorización de la Comunidad de Madrid para comenzar su actividad, también fue objeto de crítica en la última homilía del párroco de la iglesia Virgen del Camino, que informó a los feligreses de que en estas instalaciones se privaría la vida a muchos niños y les animó a firmar contra su apertura.
Los manifestantes han explicado a los vecinos de esta calle que el centro será gestionado por la empresa Anacoa S. L. y que la licencia de actividad se concedería en este pleno -algo que no se produjo, ya que las licencias se autorizan en Junta de Gobierno-. “Hay que defender la vida más indefensa, la de los que por no tener no tienen ni voz”, señalaban, y así una veintena de personas se acercaron a la sesión plenaria y mostraron un cartel contra el abortorio, tal y como denominaron al centro, tras lo cual el alcalde, José Pablo González (PSOE), ordenó a la Policía que desalojará el salón de plenos.
Plataforma Villalba por la Mujer
Además, al finalizar la sesión, dos mujeres, integrantes de la plataforma Villalba por la Mujer, expusieron al regidor que se habían recogido “más de 3.000 firmas, y otras 5.000 por internet, de villalbinos que estamos en contra de este tipo de actuaciones (abortos), que abocan a la mujer a una pérdida total de la dignidad humana”, tras lo cual narraron algunas de las consecuencias de la interrupción voluntaria del embarazo, recordando la “experiencia más impresionante y gratificante que puede tener una mujer, que es la de ser madre”. Las integrantes de este colectivo solicitaron a González que no se otorgase la licencia de apertura a este establecimiento y que el Ayuntamiento se implique en programas de ayuda a mujeres que se encuentren en una situación límite respecto al embarazo.
El primer edil les contestó que en el área de Mujer y Mayores existían diversos programas de ayuda y orientación para la toma de decisiones en esta materia. Respecto a la concesión o no de la licencia de actividad, señaló que “si el solicitante cumple todas las condiciones establecidas por este Consistorio, es preceptivo su autorización; de no hacerlo incurriríamos en un delito de prevaricación”. Tras recordar que el permiso había sido otorgada por la Comunidad de Madrid, que es el órgano competente en materia de Sanidad, el regidor les explicó que se trataba de una clínica ginecológica. “Si en ella se van a realizar interrupciones del embarazo amparadas en los tres supuestos marcados por ley, esa decisión sólo corresponderá a la libertad de la mujer que acuda al centro”.
En cuanto a la pancarta que mostraron los manifestantes, la interrupción de la sesión plenaria como consecuencia culpa de este hecho y el posterior desalojo, el jefe del Ejecutivo anunció que este tipo de manifestaciones “comenzaban a ser una constante”, y por ello, y al amparo de que el pleno es el máximo órgano de representación municipal, se está obligando al Equipo de Gobierno a que tome una decisión al respecto”