Agencias | Miércoles 22 de octubre de 2014
La autoridad monetaria indica que es necesario adoptar medidas para aumentar el "grado de contributividad" del sistema público de pensiones y fomentar "el desarrollo de sistemas complementarios" ya que la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas será cada vez "más costosa y difícil".
En el Informe Anual 2007, el Banco de España destaca que las finanzas públicas se enfrentarán a "importantes retos" en el medio y largo plazo, como consecuencia de la presión sobre el gasto público que ejercerá el envejecimiento de la población.
La entidad prevé que la tasa de inflación aumentará de forma elevada este año.Tal situación supone una fuerte baja en el poder adquisitivo de la población, desanima el consumo corriente e induce un efecto negativo sobre la confianza de los agentes.
Por ello, Fernández Ordóñez, director de la Institución, ha defendido la necesidad de mantener una senda de moderación salarial y de los márgenes empresariales para preservar la competitividad de la economía española y limitar el alcance de su desaceleración, especialmente en el mercado de trabajo, máxime cuando "no cabe esperar" en el corto plazo una recuperación "significativa" de la productividad.
Fernández Ordóñez en su discurso resaltó que "el repunte de los costes laborales ha continuado en los primeros meses de 2008, lo que no está en consonancia con el cambio de fase cíclica que afronta la economía española, pues puede terminar incidiendo negativamente en las decisiones de contratación de las empresas, acentuando el ajuste del empleo cuando ésta tiende a desacelerarse". Además denunció que los sistemas vigentes de contratación temporal y de negociación colectiva presentan "rigideces" que obstaculizan la moderación de los salarios y que tienden a "descargar" la mayor parte del ajuste sobre el empleo temporal, donde se concentran los mayores márgenes de flexibilidad.
Según Fernández Ordóñez resulta "prioritaria" la búsqueda de fórmulas que permitan recuperar la trayectoria de moderación salarial" que, apoyada por los agentes sociales, ha tenido en los últimos años buenos resultados para la creación de empleo. Además, sostuvo que, en España, el aumento de la inflación tiende a trasladarse a los costes laborales debido a las cláusulas de revisión salarial pero que en una etapa de desaceleración como la actual puede resultar "más perjudicial" y desincentivar la creación de puestos de trabajo.
El Banco de España apuesta por adoptar políticas de liberalización y desregulación en los mercados del gas, electricidad y comercialización de hidrocarburos líquidos, así como en el sector de las telecomunicaciones, el comercio minorista y el transporte. Estas políticas, agrega, deben ir acompañadas de marcos regulatorios "más sencillos, transparentes y estables".
En materia de vivienda, el Banco de España apuesta por el desarrollo de un mercado de alquiler, para lo cual es necesario, a su juicio, modificar aquellos aspectos de la Ley de Arrendamientos Urbanos que pueden estar limitando la entrada en el mercado de viviendas vacías, como por ejemplo, la duración mínima de los contratos, promover la vivienda de protección oficial en régimen de alquiler y "revisar" los incentivos fiscales a la compra que favorecen el régimen de propiedad frente al alquiler.