El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Alpedrete vivió el miércoles un nuevo caso de una edil, esta vez del PP, que rompe la disciplina de voto, sumándose así a los que hemos vivido durante los últimos meses. Se trata de situaciones en las que se reproducen en público fuertes discrepancias internas que difícilmente pueden reconducirse. El problema ha afectado por igual a PP y PSOE, por lo que no se trata de colores políticos, sino de conflictos de intereses, y en este sentido cabría pedir a los distintos concejales un mayor grado de responsabilidad, puesto que aunque en último término el acta pertenece a la persona en particular, estamos ante representantes que obtuvieron su cargo como miembros de un determinado partido.