LUCES Y SOMBRAS
Manuel J. Ortega
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Sin ánimo de ponernos ninguna medalla, sí queremos recordarles que este periódico denunció hace más de 20 años los claroscuros que existían en torno a la vidente sanlorentina Amparo Cuevas, una mujer que dijo ver por primera vez a la Virgen en la finca de Prado Nuevo, sita en el municipio de El Escorial, en el año 1981. Los estigmas que brotaban del cuerpo de Amparo, el incremento de fieles procedentes de distintos puestos de España para poder presenciar las supuestas apariciones, el secretismo y el misterio que rodeaban todos los movimientos que realizaba la vidente, la irrupción en escena de la Fundación Virgen de los Dolores, la venta de libros y medallas, etc. fueron recogidos detalladamente en las páginas de El Faro del Guadarrama durante bastante tiempo. Hoy, lo que en principio se calificó de fenómeno sobrenatural se ha convertido, al menos eso es lo que dicen y denuncian los miembros de la Asociación de Víctimas de las Supuestas Apariciones, en un negocio económico, de ahí que para intentar calcular el patrimonio de Amparo Cuevas se hable de cifras auténticamente mareantes.
Pues bien, Cuevas vuelve ahora a nuestras páginas no por su protagonismo de visionaria, sino por la denuncia que presentó contra ella y otras 13 personas de su entorno la Asociación de Víctimas de las Supuestas Apariciones por los presuntos delitos continuados de estafa, asociación ilícita, detención ilegal y coacciones. La vidente ha vuelto a protagonizar un nuevo show al ingeniárselas para no comparecer en el juzgado número 4 de San Lorenzo de El Escorial, alegando sus abogados que su estado de salud se lo impedía (hace apenas tres meses se le había visto en un colegio electoral depositando su voto), lo que obligó a la titular de este Juzgado a trasladarse a la residencia donde habitualmente reside. Obviamente, Amparo Cuevas negó la comisión de dichos delitos y afirmó que los dineros que llegaban a su fundación los entregaban sus seguidores libremente y, por tanto, sin ningún tipo de coacciones. A la espera del pronunciamiento de la juez en cuanto a si existen o no indicios de delito para seguir adelante con este contencioso, lo cierto es que Amparo Cuevas y los suyos se han vuelto a apuntar otro tanto en favor de su propia causa, que no es otra que mantener el misterio en torno a este personaje. Ahora le corresponde a la justicia averiguar si los delitos que le imputan los denunciantes existen o no y sobre todo si aquellos que han donado sus bienes lo han hecho libremente o por el contrario fueron presionados por los responsables vinculados a las empresas relacionadas con la Fundación Virgen de los Dolores.
Foro Verde-GyU se desmarca
Las declaraciones realizadas por José Luis Barceló, portavoz del grupo municipal Foro Verde-GyU, se podían definir perfectamente como la crónica de una muerte anunciada de ese cuatripartito formado por grupos políticos de ideología bastante dispar e intereses encontrados cuya pretensión era gobernar un Ayuntamiento tan complejo como es el de Galapagar.
Así, cuando apenas se ha cumplido un año de este pacto antinatura, Barceló ha denunciado que la coalición formada por PSOE, Activa, Plataforma de Vecinos y su propio partido, no cumple los objetivos marcados en el momento de firmar el pacto de gobernabilidad. Afirmando textualmente: “Nos hemos limitado a gestionar las crisis que han dejado otros”. De la incomodidad que sentía Barceló en su relación con los otros tres grupos que forman el cuatripartito se hablaba bastante, y aunque todo se limitada a rumores envueltos en dosis de mayor o menor credibilidad, ya eran muchos los que apostaban por una ruptura inmediata por parte de Foro Verde. Al parecer, eso es lo que se dice en los mentideros políticos galapagueños, la redacción del nuevo Plan General -y las líneas que se trazaban para recalificar algunas zonas-, ha sido la gota que ha desbordado la paciencia de Foro Verde-GyU, de ahí que José Luis Barceló haya dicho que no entendía un PGOU que no contase con el consenso de PP y PSOE, partidos más votados en el municipio, descartando a la vez que los partidos minoritarios (el suyo incluido) puedan asacar adelante un planeamiento que es imprescindible aprobar cuanto antes si de verdad se quiere sacar al municipio del atolladero donde se encuentra, anunciando seguidamente la salida de este grupo del Ejecutivo al afirmar que Foro Verde tomará las medidas oportunas para mantener la coherencia con los resultados electorales. Y obviamente, esa coherencia pasa por apoyar al partido más votado, es decir al PP. ¿Moción de censura a la vista?. Podría ser.
Crisis y psicosis
La palabra crisis está en boca de todos, exceptuando a José Luis Rodríguez Zapatero, Solbes y el resto de los integrantes del Ejecutivo socialista que, como recordarán, desde que inventaron lo de la desaceleración no hay quien los baje de la burra. Ni siquiera la preocupante huelga de transportistas que está dejando a nuestro país al borde del caos.
Evidentemente, cada uno cuenta la película a su manera y así ayer leía en no sé dónde que la crisis que estamos padeciendo no es económica, sino un mundo que ha asimilado como normal que la prosperidad de unos se asiente sobre la basura de otros. Y algo de razón debe tener, porque lo que para unos es una muerte lenta con capítulos oscuros al sentirse incapaces de paliar las consecuencias derivadas del aumento desproporcionado de las hipotecas, los precios de los carburantes, las subidas incomprensibles del precio de los alimentos más básicos, el desmoronamiento de mercado inmobiliario, el incremento del paro, es decir, para aquellos que nadan en la abundancia económica, cambian de coche como de camisa, comen diariamente en restaurantes de lujo o visten trajes hechos a medida, no existe ni desaceleración ni nada que se le parezca. Y aunque las comparaciones suelen ser odiosas, no puedo evitar rememorar ahora los acontecimientos vividos durante la huelga de 1997, de cuyas consecuencias nuestro país tardó bastante tiempo en recuperarse y por eso mucho me temo que aunque Gobierno y patronal lleguen pronto a un acuerdo que permita poner el punto final a los paros, los incidentes que hemos vivido estos días terminarán dejando huella en una sociedad que está psicológicamente tocada en donde más le duele, es decir, en el bolsillo.