Agencias | Miércoles 22 de octubre de 2014
La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha iniciado una huelga indefinida. El objetivo es que el Gobierno ayude para paliar la subida del precio del gasóleo, que se ha encarecido un 20,1% en este 2008. La presencia de piquetes en la frontera con Francia y en los principales mercados mayoristas del país está limitando el paso de vehículos. Por la medida se teme la posibilidad de que haya desabastecimiento en todo el país.
Al paro, que ha comenzado en la medianoche de hoy, se han sumado asociaciones de transportistas de Portugal y Francia.
La capacidad de de los huelguistas, que son minoría, será fundamental para medir el impacto que tendrá el paro en el suministro de mercancías a grandes superficies comerciales, gasolineras o tiendas. Las primeras consecuencias del paro empezaron a notarse ayer domingo cuando miles de consumidores formaron largas colas en las gasolineras y acudieron masivamente a los centros comerciales para hacer acopio de alimentos antes de que diera comienzo esta noche la huelga indefinida.
Ante la medida de los camioneros, el director general de Transportes por Carretera del Ministerio de Fomento, Juan Miguel Sánchez, ha asegurado que a mediados de semana presentarán un paquete cerrado de medidas "potentes" para contener los efectos del encarecimiento del gasóleo en el sector. Entre estas medidas, destaca una reforma de determinadas normativas mercantiles que permita a los transportistas elaborar cláusulas en los contratos para poder efectuar revisiones cuando se den circunstancias adversas. Sin embargo, ha advertido que la principal reclamación del sector es inasumible dado que no se pueden fijar unas tarifas mínimas como si los camiones "tuvieran un taxímetro".
Pese al paquete anunciado por Sánchez, el rechazo de los transportistas no se ha hecho esperar. El presidente de Fenadismer, Julio Villaescusa, ha asegurado que no es coherente cómo se ha presentado este paquete de medidas.