Galapagar

Cartas desde la charca

Emys orbicularis

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Dicen que arrepentidos los quiere Dios, aunque no sé si lo mejor es meter a Dios en el fregao del Ayuntamiento de Galapagar, que está muy lejos de ser el Edén por el que campaban Adán y Eva antes de toparse con la serpiente. Más que de serpientes, ya saben, ésta es tierra de galápagos, entre los que me cuento, y a esta charca en la que habito llegan continuos ecos de arrepentimientos diversos. Ya decía que no sé Dios, pero desde luego que arrepentidos sí los quiere el PP, por lo que entre unos y otros van deshojando la margarita, precisamente ahora, cuando se cumple un año de la llegada al gobierno del cuatripartito en medio de aplausos, sonrisas, pactos e ilusiones, aunque para algunos parece que el sueño se está convirtiendo en pesadilla. Entre tanto, hay quien anda más cabreado que una mona, con los ánimos encendidos y alerta de poner en riesgo los endebles cimientos del cuatripartito, y más después de las lluvias de los últimos días. Después del arrepentimiento llega el perdón de los pecados, y al confesionario asoman unos cuantos, mientras que las arcas municipales se toman un respiro con la recaudación del impuesto de vehículos; un poco de liquidez, suficiente para calmar los rumores que hablaban de la dificultad de hacer frente a las nóminas veraniegas. Por cierto, que en las fiestas actuará Miguel Bosé, y seguro que canta Tic Tac: Tienes mi corazón en un puño / Tienes mi alma rota en un saco / Tienes lo que me falta, lo tienes. ¿Quién da más?”.