Agencias | Miércoles 22 de octubre de 2014
Nicolas Sarkozy ha señalado a la lucha contra la inmigración ilegal como uno de los principales objetivos de la próxima presidencia francesa de la UE. El jefe del Estado francés pretende que los 27 adopten medidas tales como la implantación de visados biométricos y lecciones obligatorias del idioma del país para los recién llegados.
Así lo informa el diario británico "Financial Times", que afirma que la presidencia francesa será durísima contra los inmigrantes. Si bien París reconoce la necesidad de la llegada de inmigrantes por "razones económicas y demográficas", no quiere decir que se tenga que dar "la bienvenida a todos aquellos que ven Europa como El Dorado". "Europa está más abierta a la inmigración que América del Norte, aunque no dispone de los medios para acoger con dignidad a todos", asegura el texto.
En consecuencia, el Gobierno francés pretende establecer "contratos de integración". Esto es que los extranjeros que vivan en suelo europeo deberían aprender "los valores nacionales y europeos como la tolerancia e igualdad".
Uno de los argumentos de Francia para endurecer la política de inmigración es que sólo se expulsa a uno de cada tres inmigrantes ilegales. Sarkozy pretende alcanzar acuerdos de "readmisión" con países como Marruecos, Pakistán y Turquía para que los inmigrantes que entran ilegalmente puedan ser enviados de vuelta a casa.