Los aullidos de Lobo Cojo

“Ya salió el número gordo de los presupuestos del Ayuntamiento para este año: 12.000 millones de pesetas, o lo que es igual, 72 millones de euros. Y eso que JP había anunciado a sus compañeros de Ejecutivo que la subida con relación al ejercicio anterior iba a ser bastante moderada. ¡Coño con la moderación!”, nos dice Lobo Cojo a modo de saludo. “Yo comprendo que nuestros gobernantes quieran disponer de dinero suficiente hasta para poder tirar la casa por la ventana al encontrarnos en vísperas del año electoral y claro, si no hay parné, ¿cómo se van a asfaltar las calles de las urbanizaciones que llevan abandonadas tres años o colocar unas flamantes farolas para mejorar el alumbrado público en barrios marginales donde los residentes sólo interesan a nuestros políticos a la hora de pedirles el voto?. Eso sí, a costa de endeudar las arcas municipales. No obstante, JP lo tiene claro: pone la ciudad guapa durante unos meses (que las flores no falten), inaugura alguna obra aunque no esté terminada, acepta incluso el cargo de mayordomo en las fiestas de San Antonio para que la gente vea que él también se mezcla con el pueblo, prepara algún que otro acto popular, unas fotos con los niños, y doble ronda de fuegos artificiales en las fiestas patronales, y como la gente no tiene muy buena memoria (al menos eso debe pensar él), le ratifican en el cargo con otra nueva mayoría absoluta. Colorín, colorado, este cuento se ha acabado”.