El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Como en tantas otras localidades de la Sierra, el pequeño y mediano comercio de Galapagar atraviesa una etapa complicada, teniendo que hacer frente por un lado al empuje de las grandes superficies (aunque en este caso aún no de manera tan extendida como Collado Villalba o Torrelodones) y, por otro, a la situación económica general, que poco a poco se va convirtiendo más en crisis que en desaceleración. Ante esta coyuntura, el sector no puede quedarse quieto, tal como indica en una entrevista el presidente de AMPECO, Vicente Canoura, veterano empresario que lleva años luchando al frente de una asociación que tiene unos 300 asociados y que entre sus logros puede presumir de haber conseguido autofinanciarse gracias a la colaboración con el Ayuntamiento y a las ayudas que conceden distintas entidades regionales.
Sin duda, los retos de cara al futuro inmediato son importantes, empezando por la manera en que pueda afectar a los comerciantes la completa liberalización de los horarios de apertura; pero de poco sirven los lamentos si no hay una labor continuada que contribuya a hacer frente a las dificultades. Y en ello están los integrantes de este colectivo, buscando fórmulas con el fin de conseguir que comprar en el casco urbano de Galapagar sea atractivo para vecinos y visitantes. La localidad, por número de población, es la segunda en importancia de la comarca, y su comercio puede presumir de dinamismo. Fue uno de los primeros municipios donde se implantó la idea de centro comercial abierto, y en esa línea conviene seguir trabajando. Para ello, es fundamental solucionar uno de los principales problemas que sufre el centro de la localidad: el del aparcamiento. El máximo responsable de AMPECO explicaba que ya han solicitado un estudio sobre la posible creación de la zona azul, fórmula ya utilizada en localidades como Villalba o San Lorenzo de El Escorial. No es la panacea, desde luego, pero puede contribuir a facilitar el estacionamiento, sin olvidar que esto debería venir acompañado de otro tipo de medidas. Acciones como los mercadillos navideño y medieval también ayudan a dinamizar el sector, y a ello podría contribuir igualmente la recuperación de otras iniciativas, como la celebración de las Jornadas Gastronómicas.